Internet ha revolucionado el mundo del comercio y de las relaciones personales. Los usamos para todo: para comprar, para vender, para intercambiar, para pagar impuestos, para resolver dudas, para conocer gente. Pero ese inmenso potencial positivo tiene también su lado oscuro: el de los fraudes. Los engaños están a la orden del día y es preciso estar muy atentos para no salir perjudicados en nuestras incursiones en la red. Aquí van algunos consejos para evitar disgustos.
2Alquileres vacacionales
El ámbito de los alquileres vacacionales está generando múltiples denuncias en los últimos tiempos. Alojamientos inexistentes, fotos que no se corresponden con la realidad, zonas poco aconsejables… son contratiempos serios que pueden arruinar unas vacaciones y que podrían evitarse tomando precauciones.
La primera recomendación es comprobar que la web es fiable y buscar referencias del propietario a través de los comentarios de otros usuarios. En la medida de lo posible, conviene contactar con el responsable vía teléfono e interrogarlo sobre las características de la vivienda y los servicios. Si responde de manera vaga o poco convincente, no vale la pena arriesgar. Otro aspecto importante es la forma de pago; si es posible, intenta no pagarlo todo por adelantado y sospecha si el destino de la transferencia es un país distinto al del propietario.
Es importante guardar comprobantes de los pagos efectuados y, una regla de oro: no te fíes de las gangas; los supuestos chollos pueden salir muy caros. Las mismas recomendaciones podrían aplicarse a las agencias de viajes, tanto físicas como virtuales. Antes de desembolsar un dinero, hay que comprobar la trayectoria de la empresa y buscar referencias.