El Barcelona se despedía este martes de la Champions tras caer en Anfield ante el Liverpool por 4-0.
Un resultado que no solo aparta a los blaugranas de la gran final del Metropolitano, sino que dejó una imagen del club catalán deplorable.
Especialmente tras el cuarto gol que encajaron, y que fue uno de los más absurdos que se recuerdan. Los protagonistas de la jugada fueron Trent Alexander-Arnold y Divock Origi que se aprovecharon de un despiste de la defensa blaugrana para anotar el gol que les dio el pase a la final.
«No encuentro explicación. Había un cierto despiste, o desorientación… No lo sé. Ha enfriado el ambiente del equipo», aseguraba el presidente Bartomeu.
«No es que sea actitud, pero estamos en el Barcelona y no puede ser que en dos minutos nos hagan dos goles. Y en el cuarto gol parecíamos juveniles; hay que ser conscientes de todas las críticas que nos van a llover», decía Suárez
El cuarto gol del Liverpool al Barça es el mayor despiste global de una defensa de élite que yo recuerde pic.twitter.com/ZCcMwd6oKs
— Pacojo (@PacojoSER) 7 de mayo de 2019