Cuando somos niños, una de las metodologías más efectivas cuando se trata de iniciar nuestro desarrollo es la que hace referencia al hecho de aprender jugando. Tanto en el colegio como en el resto de actividades, todo nuestro proceso de adquisición de conocimientos está basado en los diferentes juegos.
Una corriente que ha ido apareciendo en los últimos años y que ha perpetuado la importancia del juego en el desarrollo adulto ha sido la gamificación. Esta herramienta ha sonado con fuerza en los últimos años como un complemento para el desarrollo corporativo por parte de los trabajadores. ¿Quieres saber cómo funciona?
1Gamificación, hacia el crecimiento profesional jugando
La gamificación nace con una idea muy sencilla y muy compleja a la vez: integrar diferentes estrategias de juego en entornos no lúdicos. De esta manera, se consigue la interiorización de una serie de hábitos que fomentan la motivación y que buscan crear un ambiente lúdico en escenarios en los que, tradicionalmente, estaban relacionados con la idea del aburrimiento o del sosiego, como es el laboral.
Por medio de juegos, se trata de buscar la motivación del empleado y hacer crecer su curva de aprendizaje en base a una serie de juegos que fomenten sus diversas actividades.