La Policía Nacional ha desarticulado una red, formada por individuos de Bangladesh, que había introducido en España al menos 350 inmigrantes procedentes del propio Bangladesh, Sri Lanka, Pakistán e India.
Según informó la Policía, la investigación culminó con la detención de once personas en Barcelona, donde se encontraban los principales cabecillas de la organización, y se practicaron tres entradas y registros y cinco inspecciones comerciales en la Ciudad Condal.
Desmantelada una red que introducía inmigrantes asiáticos en España con el arresto de 11 personas en #Barcelona. Formada por ciudadanos de #Bangladesh, facilitaron la llegada de unas 350 personas que debían pagar entre 14.000€ y 20.000€.
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— Policía Nacional (@policia) 2 de mayo de 2019
Los agentes intervinieron un total de 18.000 euros, sellos de organismos oficiales de Bangladesh, documentación falsificada, 32 pasaportes, más de 200 documentos tipo certificados y dispositivos de almacenamiento masivo de información.
La operación se inició tras la llegada a las costas gaditanas de varias embarcaciones con inmigrantes irregulares de origen asiático a bordo. Tras las primeras pesquisas, se constató que se trataba de varias organizaciones criminales que coordinaban esfuerzo para el traslado de los inmigrantes de manera ilegal hasta España.
Una organización se encargaría de la captación en origen, otra gestionaba los traslados y el alojamiento en los países de tránsito, otra materializa la travesía marítima, lo que incluía relaciones con las autoridades locales, elección de la hora, lugar y fecha de salida; y otra, afincada en España, que coordinaba todos los aspectos operativos desde el inicio hasta el final, llegando los inmigrantes a cruzar tres continentes.
El ‘modus operandi’ se iniciaba con la obtención de forma fraudulenta de visados para Argelia, en su representación consular en India. Tras volar al país norteafricano eran alojados en ciudades fronterizas con Marruecos hasta ser guiados a pie en horarios nocturnos y con la connivencia de las autoridades de control fronterizo de ambos países, para el cruce de frontera hacia Marruecos.
A continuación, los inmigrantes eran trasladados a las ciudades marroquíes deTánger o Nador, donde quedaban en manos de la organización que era la encargada de realizar su traslado por mar hasta las costas españolas.
Los agentes comprobaron la elevada cantidad que los inmigrantes pagaban a esta organización, entre 14.000 y 20.000 euros, así como el tipo de embarcaciones usadas, semirrígidas y con motores de gran potencia.
Desde Barcelona se impartían las órdenes y comunicaciones a los captadores y a los intermediarios para coordinar las diferentes fases desde la captación. También se encargaba de facilitar la recepción de los traficados y les proveía de documentos de viaje e identidad y de certificados para facilitar su regularización administrativa en España.
(SERVIMEDIA)