Cada piel tiene características específicas de pigmentación y por esta razón hay tantas diferencias entre los colores de ropa y cutis. Para saber cómo adaptar tu armario y prendas al tipo de coloración de tu piel, así como valorar tus trazos, lo mejor es dirigirte a un local con luz natural y ponerte en frente a un grande espejo. Viste un delantal blanco, prenda los cabellos y retire tu maquillaje.
El según paso es acercar a tu rostro prendas con tejidos de diversos colores, en diferentes intensidades. Analiza los mejores colores y agrúpalos para usar en tu día a día. Repita al análisis con tus cabellos sueltos; el pelo influencia bastante en el look y apariencia.
¿Qué es considerado un color ideal? Son aquellas tonalidades que dan a tu piel un aire saludable, sin dejarla pálida, amarillenta o abatida.
Los colores que, según tu análisis, no combinan precisamente con tu tonalidad de cutis pueden continuar siendo usados, pero evite acercarlos a tu rostro, usándolas, por ejemplo, en zapatos, bolsos, shorts, etc.
Si no estás segura cuanto a los colores de ropa que más te favorecen, hay algunas reglas generales que pueden ayudarte: