El FC Barcelona se impuso por la mínima (2-1) a la Real Sociedad en el Camp Nou en la trigesimotercera jornada de LaLiga Santander, por lo que da un paso de gigante en su objetivo de conquistar el campeonato doméstico lo antes posible. Si los pupilos de Ernesto Valverde vencen sus dos próximos compromisos (Alavés y Levante), cantarán el alirón el próximo sábado delante de su parroquia.
No podemos decir que fue el mejor partido del presente curso futbolístico del cuadro azulgrana, pero tampoco el peor. El desgaste de la eliminatoria de cuartos de final de la Champions League con el Manchester United ha pasado factura, por lo que los Dembélé, Messi, Suárez, Arthur, Rakitic, Piqué y compañía bajaron un pistón el ritmo en comparación con lo exhibido frente a los Red Devils.
Lenglet, después de un magnífico centro desde el córner de Dembélé, sería el encargado de inaugurar el electrónico al filo del descanso con un testarazo inapelable ante el que nada pudo hacer Rulli para evitar que el cuero acabara en el fondo de las mallas de su portería. No obstante, los txuri-urdines nivelaron la contienda al poco de arrancar la segunda mitad, merced a un magnífico pase filtrado entre líneas de Mikel Merino que Juanmi definió a las mil maravillas para batir a Ter Stegen.
No obstante, poco le iba a durar la alegría al equipo dirigido por Imanol Alguacil. La siguiente acción del partido iba a permitir que Jordi Alba percutiera por el flanco zurdo del ataque blaugrana, se abriera hueco entre la zaga donostiarra y superara a Rulli con un preciso y cruzado disparo con su pierna diestra para situar el 2-1 que campearía en el marcador hasta la conclusión de la contienda (hubo un pequeño momento de incertidumbre por un supuesto fuera de juego posicional de Dembélé).
Tres puntos más para los de Valverde, victoria sufrida, pero triunfo en su fortín contra una Real Sociedad que plantó cara al líder de principio a fin. Aun así, situación realmente cómoda la que le queda por delante al cuadro blanquiazul, mientras que el Barça se encuentra ante la posibilidad de materializar el tercer triplete de su historia (tras los cosechados en 2009 y 2015).