La Dirección General de Tráfico (DGT) está desplegando sus drones por primera vez en una gran operación especial coincidiendo con esta Semana Santa y con una función únicamente de regulación y vigilancia de las carreteras, no para denunciar a los conductores que infrinjan las normas de circulación.
La DGT cuenta con ocho drones (modelos Matrice 200 y Phantom 4) desplegados por toda la geografía nacional con el fin de reforzar las labores de vigilancia de las carreteras que realiza este organismo tanto a pie de carretera con los agentes de Agrupación de Tráfico de la Guardia Civil como desde el aire con helicópteros.
Tráfico inició en el verano de 2017 un nuevo plan estratégico de medios aéreos con el que ya sopesaba incorporar drones a esa labor de vigilancia. Posteriormente, estos dispositivos comenzaron a realizar estas labores a modo de prueba el pasado octubre durante el Gran Premio de Motociclismo de Cheste (Valencia) y en enero de este año en la concentración motera de Pingüinos (Valladolid).
El primer despliegue extensivo se realiza en esta Semana Santa. Tráfico ya utilizó un dron en carreteras de Sevilla, lo hace este miércoles en Madrid y el domingo lo realizará en Tordesillas (Valladolid).
Después del despegue del dron en Madrid en la sede de la Jefatura Central de Tráfico, la subdirectora adjunta de Circulación de la DGT, Ana Blanco, comentó este miércoles a los periodistas que este organismo “siempre” se ha apoyado en los medios aéreos para sus estrategias de regulación y vigilancia del tráfico con el fin de que “los desplazamientos de los conductores sean cada vez más seguros y más cómodos”.
Blanco indicó que los drones son “un complemento importante” a las labores que realizan las patrullas de helicópteros y ofrecerán “una gran versatilidad en el control y la monitorización del tráfico”.
Sin embargo, Blanco precisó que la DGT se encuentra tramitando “todos los aspectos técnicos” para que los drones puedan denunciar a los conductores, lo que ocurrirá “próximamente”, sin precisar una fecha al respecto.
Blanco comentó que Tráfico hará “un uso extensivo y práctico” de los drones por primera vez en esta Semana Santa, y añadió que vigilarán la circulación “en puntos donde, por ejemplo, no tenemos una cámara fija”, es decir, fundamentalmente en las carreteras convencionales (las que están sin desdoblar y tienen un carril por sentido).
120 METROS DE ALTURA
Por su parte, el jefe de la Unidad de Medios Aéreos de la DGT, Rubén López, subrayó que los drones servirán “como complemento a los helicópteros y tal vez en función de la tecnología y de la evolución del entorno regulatorio se puedan convertir en sustituto o alternativa a los helicópteros”.
López señaló que los drones se destinan ahora a “control y gestión del tráfico”. “En sucesivas fases de desarrollo los incluiremos como plataforma de vigilancia y de detección de infracciones”, apostilló, antes de añadir: “Lo vamos a hacer con la mayor de las discreciones posible”.
La logística que conlleva la utilización de los drones es “sencilla”, según López. Estos aparatos pueden volar a un máximo de 120 metros de altura y es controlado por un piloto, mientras que un operador de cámara se encarga de las imágenes, que se envían al centro de gestión de Tráfico correspondiente. Esta labor pueden realizarla miembros de la Agrupación de Tráfico de la Guardia Civil.
La autonomía de los drones es de cerca de 30 minutos, pero el piloto puede hacer descender el aparato para colocar nuevas baterías y seguir operando. Inicialmente, estos dispositivos vuelan a una distancia en la que puedan ser vistos, pero en un futuro podrían desplazarse a más distancia.
(SERVIMEDIA)