Un policía nacional relata que el 1-O quedó “atrapado” en un centro de votación de Hospitalet de Llobregat

Un agente del Cuerpo Nacional de Policía que intervino en el instituto Vilumara de Hospitalet de Llobregat el 1-O relató en el jucio por el ‘procés’ que cuando llegó al centro con su unidad las personas que están allí congregadas, “de forma sorpresiva y muy violenta”, cerraron la puerta, de manera que “con el tope de la puerta y un escalón me pillaron el pie izquierdo”. Un inspector presente en el centro explicó que tuvieron que “forzar la puerta” porque su compañero estaba “atrapado”.

Durante la sesión de la tarde, testificaron dos agentes del Cuerpo Nacional de Policía que el 1-O intervinieron en el instituto Vilumara de Hospitalet de Llobregat. Allí había congregadas “entre 200 y 250 personas”. “Al intentar flanquear la puerta, de forma sorpresiva y muy violenta la cerraron”, entonces “con el tope de la puerta y un escalón me pillaron el pie izquierdo”, explicó uno de los agentes. “No sé si eran conscientes, con todo el griterío, de que me tenían aprisionado el pie, a pesar de que los agentes les gritaban”. Aunque “supongo que su objetivo era evitar que pasáramos”.

Finalmente, “las unidades de intervención utilizaron unas cizallas y un mazo para que no me fracturaran el pie”. En ese momento, “lo pasé bastante mal”, pero “no fui al médico ese día porque tenía mucho trabajo”, si bien añadió que “al día siguiente ya estaba recuperado”.

Por su parte, un inspector del Cuerpo Nacional de Policía, responsable de los agentes no uniformados del distrito seis de Barcelona (Gracià) y presente también en la localidad de Hospitalet de Llobregat recordó que antes de cerrarse la puerta que “atrapó” a su compañero, una de las personas congregadas gritó “ya están aquí”. La situación se prolongó “unos cinco o seis minutos”, mientras dentro “se formó una barricada con elementos de mobiliario escolar”.

Una vez dentro del centro de votación, “tuvimos que vulnerar una segunda puerta de cristal en la que también fuimos agredidos”, pues “una persona desde el otro lado con un paraguas intentaba impedir que accediéramos”. Uno de los testigos indicó que el paraguas “quedó destrozado”, pero “al agente no creo que le hicieran nada, llevaba chaleco y casco”.

Respecto al material del referéndum, el inspector indicó que en las aulas las mesas estaban dispuestas como ocurre en las elecciones pero «no había ningún tipo de material», por lo que les pareció “una medida excesiva derribar las puertas”, ya que “desde fuera, a través del cristal, se podía ver el interior”.

ACTITUD «PASIVA» DE LOS MOSSOS

Asimismo, ambos relataron el mismo episodio a la salida de la comitiva. El momento “más complicado” fue a la salida, explicó el inspector, ya que encontraron el vehículo “casi blanco” porque lo habían escupido. Posteriormente, el jefe de la unidad de intervención le informó de que en la retirada hubo “problemas” porque la “gente se agolpó en la columna de coches”, según indicó, “se pusieron delante obstaculizando el paso”.

Cuando llegaron, apuntó, los mossos estaban en la puerta “en actitud pasiva”. “Vi que estaban entre la masa observando como salíamos del lugar, allí estaban de espectadores”, relató el inspector. Algo que sucedió en el resto de centros en los que estuvo presente, “el dispositivo de los mossos parecía que estaba planteado de una forma estandarizada, dos por la mañana y dos por la tarde, observamos el relevo en casi todos los centros”. “En ningún caso la actitud fue de colaboración”.