La hipertensión es un problema médico que puede acarrear consecuencias muy graves para la salud. Entre las posibles consecuencias se encuentran el infarto de miocardio, los daños en las arterias periféricas o la hemorragia cerebral. Aunque puede afectar a todo tipo de personas, es especialmente frecuente, y peligroso, entre los adultos mayores.
Se considera que existe hipertensión arterial cuando las cifras de la tensión, medidas en condiciones de reposo y sin haber tomado ningún tipo de sustancia excitante (café, alcohol, tabaco…) se encuentra por encima de 140 mm Hg la sistólica (máxima) y 90 mm Hg la diastólica (mínima). Si quieres comprobar tus niveles aquí te dejamos una comparativa de aparatos para medir la tensión.
7Dejar de fumar
A todos los demás motivos existentes para dejar el tabaco hay que unirle que se trata de un hábito muy perjudicial para la presión sanguínea. No solo por lo dañino de sus componentes, sino también porque parece reducir la efectividad del tratamiento antihipertensivo.
El riesgo de hipertensión asociado al tabaco aumenta con el número de cigarrillos consumidos y con los años que se lleve haciéndolo.