El agente de la Policía Nacional instructor del acta policial número uno de los registros en los centros de votación en el distrito Ciutat Vella de Barcelona con motivo del referéndum ilegal del 1-O, aseguró este martes en su declaración como testigo en el juicio del ‘procés’ que durante su intervención en la escuela Pia San Antonio les “llovieron conos, piedras y vallas”.
Según relató, durante la jornada del 1-O presenció incidentes en tres centros de votación: escuela Mediterránea, instituto Pau Claris y la escuela Pia San Antonio.
El primer centro al que acudió fue la escuela Mediterránea, la entrada se efectuó en torno a las 7.50 horas, cuando se aproximaron al centro “toda la gente se aglutinó en torno a la puerta de acceso” de modo que “el personal de intervención tuvo que despejar el camino”.
“Había unas 150 personas”, apuntó. La “masa” impedía el acceso. “La gente estaba de pie bloqueando el acceso, recuerdo que cuando se aproximaron los compañeros de orden público, fueron desplazados dos metros hacia atrás, algunos golpearon a compañeros de la UIP”, detalló. “Recuerdo perfectamente insultos, empujones y golpes con paraguas”, así como insultos: “hijos de puta, sinvergüenzas, que nos fuéramos a nuestro país…”.
El testigo rechazó que los agentes emplearan sus defensas para apartar a los ciudadanos allí concentrados y aseguró que “los compañeros con sus manos intentaban apartar a la gente”. Posteriormente “no vi lo que ocurrió porque entré en el interior del centro de votación”, donde se encontraron a 10 o 15 personas y “cuatro urnas escondidas en los baños”. “Allí nadie se hacía responsable de las mesas, no había nadie que respondiera en relación al material incautado”, explicó.
En el segundo centro, en el instituto Pau Claris, la situación, según destacó, era “todavía más complicada” porque habia una “masa de 200 personas bloqueando la entrada”. Por “la propia presión que hacia la gente”, explicó, los agentes “eran incapaces de abrir paso”, de manera que “se tuvo que acceder por una puerta lateral», en ese segundo acceso “la gente estaba sentada en el suelo, agarrada”, la dinámica “fue igual”, apuntó, “insultoS y patadas”. En este centro, como en el anterior, “nadie se hacía cargo de las urnas”. El incidente más destacado, señaló, ocurrió cuándo un mosso interfirió en la actuación policial, ya que “intentó romper el cordón de seguridad que habían hecho los compañeros”.
A continuación, sobre las 12 horas, acudieron a la escuela Pía San Antonio, allí había “gente bloqueando la puerta de acceso, agarrada de los brazos”. “Cuando nos estábamos aproximando recibimos lanzamiento de objetos al vehículo”, detalló. “Nos llovieron conos, piedras, vallas …” y “trataron de aislar a unos compañeros de orden público”. El agente relató que “la masa intentó aislar a los seis compañeros” que estaban protegiendo el convoy, a su salida del centro. En ese momento, aclaró, “tuvieron que tirar salvas para proteger a los compañeros que se estaban quedando aislados”.
En este centro también incautaron urnas y material, a diferencia de los otros centros si consiguieron notificar el auto a un responsable del centro. Fue precisamente en este centro, donde, según el testigo, “un mosso se puso entre la policía y la gente con los brazos cruzados. Nos dijo que la gente tenía derecho a votar»
Preguntado por las defensas si hubo algún acometimiento a los agentes, el testigo detalló que cuando intentaron acceder por la puerta principal de uno de los centros un niño les recibió “en posición de boxeador” y alguien golpeó en el casco de un compañero. Ante la insistencia sobre un posible acometimiento, aclaró: “La gente estaba sentada en el suelo y mediante la resistencia estaban impidiendo que les retiraran del lugar”. Asimismo, rechazó haber visto, en la escuela Pia, puñetazos por parte de los agentes y apuntó que la gente estaba en silencio, “quizá hubo algún cantico pero ningún incidente más”.
Además, sobre la “lluvia de conos” que había relatado aseguró que no recordaba si había personas que reprochasen esta actitud a las personas que supuestamente lanzaban los objetos y afirmó que desconocía si alguno de esos lanzamientos impactaron en algún agente o vehículo.