Hoy en día son muchas las familias a las que les cuesta llegar a fin de mes. Para intentar sacarle el máximo rendimiento a nuestros ingresos, es recomendable tratar de reducir los gastos cotidianos. Existen pequeños gestos que nos ayudarán a reducir el dinero que gastamos día a día. En este artículo haremos un repaso por algunos consejos para ahorrar en casa y aumentar el poder adquisitivo de forma sencilla.
Así mismo estas medidas pueden reforzarse con la contratación de créditos rápidos online que permitan afrontar gastos puntuales. A este respecto, una de las entidades líderes de créditos rápidos es Viaconto.
Optar por energía eficiente para ahorrar en casa
Un gran porcentaje de los ingresos familiares se van en el consumo energético. Una buena manera para reducir este gasto es cambiar las bombillas por unas de bajo consumo. Aunque comprar estos nuevos artículos puede suponer un gasto considerable, este se amortizará a medio plazo y se reducirá las facturas de la luz.
Por otro lado, el uso que hacemos de los electrodomésticos puede influir notablemente en su gasto energético. Aunque hay gastos de luz que no podemos apenas modificar, sí que existen algunos trucos que podemos adoptar para reducir el consumo.
Nevera: Es recomendable abrir el frigorífico solamente las veces que sean estrictamente necesarias, ya que cada vez que abrimos la puerta se pierde el frío. De esta forma, el electrodoméstico tiene que hacer un sobreesfuerzo para volver a regular la temperatura óptima. Se estima que cada vez que se abre la nevera se pierde el 7% de la energía.
Usar el microondas: Se recomienda el uso de este tipo de electrodomésticos en vez del tradicional horno, ya que su consumo es notablemente inferior. Así mismo, otra de las ventajas del uso del microondas es la posibilidad de calentar la comida más rápido.
Lavar la ropa en frío: Otra de las medidas que podemos adoptar para reducir el gasto energético es usar programas de lavado en frío. El 90% de la energía que se usa para el funcionamiento de una lavadora está destinado al calentamiento del agua.
Regular la temperatura con moderación: Sin duda, uno de los grandes gastos de un hogar deriva del uso de calefacción y aire acondicionado. Lo ideal es tratar de regular el ambiente en una temperatura intermedia. En invierno la calefacción puede estar programada en torno a los 20 grados y en verano el aire acondicionado sobre los 22. Una buena forma de conseguir esta temperatura es ventilando el hogar en las horas más calientes del día, así como manteniendo las persianas bajadas durante los meses de verano.
Cocinar sin dejar escapar el calor: Un truco sencillo que ayuda no solo a reducir la energía sino también a cocinar más rápido es el uso de tapaderas de ollas. Al cubrir con estos elementos los alimentos, estos se cocinan antes y, como consecuencia, necesitamos menos energía.
Reducir gastos innecesarios
Otra forma de ahorrar es reduciendo los gastos fuera de casa. Por ejemplo, si nuestro trabajo nos exige comer fuera todos los días, optar por llevar la comida casera en fiambreras puede ser un acierto. Otra buena opción es substituir planes de ocio fuera de la vivienda por actividades caseras, como ver una película en el sofá o cambiar la comida a domicilio por platos caseros