Los teléfonos móviles se han convertido en una extensión más de nosotros mismos y como tal entran en contacto con las propias manos y áreas del cuerpo como la boca, la nariz, las orejas y la piel de la cara, que están colonizadas con bacterias comensales o con migroorganismos potencialmente patógenos. Así lo afirma la vocal de la Junta de la Asociación de Microbiología y Salud (AMYS) y médico adjunto del Hospital Universitario de Basurto, la doctora Mikele Macho, quien asegura que las bacterias más comunes son las del género Staphylococcus spp., que colonizan la piel y la mucosa nasal y que, en ocasiones pueden producir enfermedades cutáneas como impétigo, celulitis o incluso otitis externa.
Además, la doctora explica que, en menor medida, se han detectado en la pantalla de smartphones bacterias del género Streptococcus spp., que pueden causar infecciones diversas, como faringitis o neumonía, y de enterobacterias como Escherichia coli o Salmonella spp, lo que refleja la contaminación de origen fecal de las manos que emplean los dispositivos móviles y que pueden causar enfermedades intestinales y extraintestinales importantes. Otras bacterias como Klebsiella penumoniae, Pseudomonas aeruginosa o Acinetobacter baumanii pueden ser también causa de enfermedades infecciosas oportunistas en la población más susceptible. Por otro lado, los teléfonos móviles pueden actuar como trasmisores de hongos ambientales y de virus, como el de la gripe u otros virus respiratorios en época epidémica.
“Los dispositivos móviles están compuestos de superficies lisas e irregulares, a menudo protegidos con protectores de plástico, que generan nichos donde puede acumularse suciedad y sudor. Además emiten calor, por lo que propician condiciones favorables para el crecimiento de microorganismos”, señala la vocal de la AMYS que recuerda también que estos teléfonos suelen guardarse en bolsillos o bolsos o depositarse sobre superficies que también pueden estar contaminadas por microorganismos, por lo que pueden ser una vía de propagación de enfermedades infecciosas”.
¿Cómo evitar el contagio?
Para la doctora Macho, la medida preventiva más sencilla y efectiva para evitar la transmisión de microorganismos a través de los teléfonos móviles es la higiene de manos de los usuarios, que consiste en lavarse las manos con agua y jabón, aunque no presentan suciedad visible. Además, tal y como afirma esta especialista es útil mantener limpio y desinfectado el dispositivo móvil de manera regular y rutinaria empleando un paño de microfibra humedecido con alcohol.
Desde el punto de vista informativo, la vocal de la AMYS defiende que los profesionales del campo de la Microbiología pueden contribuir en este problema realizando y publicando estudios que evidencien la transmisión de microorganismos a partir de dispositivos móviles entre la población general: “Es necesario concienciar tanto a los profesionales sanitarios como a los ciudadanos de la importancia de llevar a cabo prácticas de higiene, en especial la higiene de manos, que es la medida más importante para la prevención de transmisión de microorganismos y, en definitiva, para evitar la propagación de enfermedades infecciosas”.