La abuela materna de los pequeños Amiel e Ixchel, los niños asesinados presuntamente por su madre en Godella (Valencia), denunció ante el juzgado de guardia la situación de desamparo de sus nietos y el riesgo que corrían, apenas unas horas antes de que se perpetrara el crimen. Tras la denuncia, y según ha adelantado ‘Las Provincias’, el magistrado inició las diligencias previas para proteger a los menores.
Fue el mismo día, 13 de marzo, en que la abuela Noemí M. fue al juzgado, y mostró su preocupación por la inestabilidad psicológica de su hija María, que le había escrito un whatsApp, en el que hablaba de quitarse la vida, cuando el juzgado remitió por fax la denuncia a la comisaría de Policía de Burjassot-Godella, en la que se instaba además a que se adoptaran las «medidas oportunas en relación con la situación de los menores»
Sin embargo, los tres cuerpos policiales que fueron requeridos para velar por los niños no llegaron a tiempo. Horas después, la presunta parricida mataba a golpes a los pequeños de 5 años y 3 meses.