La tecnología de las consolas de última generación está propiciando una nueva edad dorada para los juegos relacionados con Manga/anime. Y si creíamos que el único fruto que podía darse de la unión de Gaming y anime era el género de lucha, estábamos muy, muy equivocados. Ganbarion da buena cuenta de este mito con su último añadido al catálogo de juegos de origen nipón, con One Piece: World Seeker, que podemos clasificar con un juego de acción/aventura con mundo abierto y un toquecito de RPG, que pretende hacer las delicias de los fans de la longeva y aclamada serie creada por Oda sensei.
One Piece: World Seeker trabaja sobre un argumento alejado de la línea principal del manga original. A modo de “Filler”, nos lleva en una aventura en la que tendremos que aventurarnos en la búsqueda de un gran tesoro escondido en Isla Prisión, un macro complejo gobernado por la Marina y donde nos enfrentaremos a una cantidad virtualmente infinita de enemigos, mientras encontramos a nuestros compañeros, y hacemos nuevas compañías.
Con esta premisa arranca la introducción del juego, en la que se sientan las bases de lo que será el estilo visual y mecánico del juego, que cuenta con un mini tutorial al principio del gameplay, que nos hará un tour rápido por las funciones del mando y las habilidades que podremos poner en práctica mientras controlamos Monkey D. Luffy, famoso (o infame) Pirata del Sombrero de Paja, conocido en todos los mares navegables. Él será el protagonista principal de esta aventura, con breves intervenciones del resto de tripulación Mugiwara cuya presencia se reduce a una mera anécdota, lo que dejará a muchos fans de la serie insatisfechos y decepcionados. Con la ayuda de Jeanne, un personaje diseñado a medida y en exclusiva para este título, deberemos liberar a Isla Prisión del yugo de su dirigente, Isaac, alcaide de la prisión y otro personaje que hace su debut en este juego, creado especialmente para la ocasión. Una vez nos adentremos en la historia podremos conocer los vínculos que atan a este malvado antagonista y a los habitantes de la Isla, en especial, al personaje de apoyo principal, Jeanne.
Sin duda, aunque un poquito descafeinada durante las partes iniciales del juego, la trama es uno de los puntos fuertes de esta aventura de proporciones épicas, que nos permitirá movernos libremente por el escenario, seleccionar y cumplir misiones (principales y secundarias) y desbloquear nuevas habilidades, poniendo como en todo buen juego de concepto abierto, el puntito RPG.
El nuevo One Piece es muy accesible para cualquier tipo de jugador. El combate se desarrolla principalmente con un solo botón, que nos permitirá encadenar combos con el poder de la fruta “Gomu-gomu” y las elásticas extremidades de Luffy. Como apoyo, podremos utilizar otras habilidades que nos ayudarán en la exploración y en las peleas masivas, que nos enfrentan a múltiples enemigos si no tenemos cuidado. Y es que además del estilo brusco y directo de Luffy, también podemos sacar al Solid Snake que lleva dentro, infiltrándonos sin ser vistos y acabando con sigilo con los enemigos despistados.
Desafortunadamente, este estilo de control y combate hace que el juego se vuelva bastante repetitivo con el tiempo, algo que se mitiga con el sistema de golpes especiales, gobernado por una barra de tensión que se va cargando mientras golpeamos al enemigo, y que una vez acumulada, nos permite realizar movimientos icónicos de Luffy, como el Gatling Gun, que serán extremadamente útiles (por no decir imprescindibles) para derrotar a los enemigos más poderosos que nos encontremos. El estilo repetitivo también queda patente en las misiones, tan clásicas en juegos de este tipo, que se basan casi exclusivamente en hacernos viajar de un punto a otro para realizar una acción, recoger algún objeto, o machacar el botón enfrentándose a una plétora de enemigos, sin ningún tipo de interacción o encuentro especial.
One Piece: World Seeker cuenta con un mapeado enorme, y encontrarse enemigos, áreas explorables con algo más que una extensión de tierra, hierba y árboles, es una tarea ardua a la que deberemos enfrentarnos con paciencia. La increíble extensión del espacio jugable hacen que Isla Prisión parezca demasiado grande y sin vida, con pocos “View points” y zonas virtualmente clonadas las unas de las otras. Para mitigar esa sensación, Ganbarion ha añadido múltiples personajes no jugables con los que hablar, y multitud de cofres y elementos coleccionables tanto dentro como fuera de los poblados.
Al margen de la línea argumental principal, nuestra principal tarea será abrir cofres ocultos repartidos por toda la superficie explorable, algo que puede resultar tedioso ya que tenemos que recorrer el escenario a pie, o como mucho, utilizando la habilidad de “enganche” de Luffy, que nos permitirá catapultarnos hacia cornisas, tejados o árboles utilizando sus brazos elásticos a modo de tirachinas. Afortunadamente, una vez desbloqueemos nuevas zonas principales, podremos transportarnos automáticamente entre ellas utilizando el Viaje rápido, que nos ahorrará muchos e interminables trotes de un lado a otro.
Trasladar al 3D cualquier manga/anime siempre es una tarea peligrosa. El desarrollador debe aplicar un estilo que le permita explotar al máximo la perspectiva libre sin llegar a modificar en demasía el diseño de los personajes y entorno, de modo que el ambiente pueda transportar al jugador al interior del mundo virtual de su serie favorita. En este sentido, Bandai Namco se ha lucido, y es que One Piece: World Seeker mantiene a la perfección el característico estilo que popularizó Eiichiro Oda, explotando como pocos la potencia de las nuevas plataformas. La nitidez del renderizado, los múltiples efectos aplicados, el detalle del modelado de personajes y escenarios; todo encaja para crear una experiencia espectacular, cuidada y que nos permite disfrutar al máximo del apartado gráfico de este juego.
No cabe duda, World Seeker, con sus fallos y sus bondades, contiene toda la magia de One Piece, con sus personajes, su estilo, y, sobre todo su sonido, quizás uno de los apartados técnico y artístico más destacado de este título, con una banda sonora compuesta por el autor de las melodías clásicas del anime, y que nos transportan al universo que tantos años ha acompañado a los fans acérrimos del manga/anime creado por Oda.
Un apartado gráfico excelente, una banda sonora de lujo, y unos personajes y una historia listas para enamorar a cualquiera; pero para infortunio de los aficionados al género de acción-aventura con tintes de RPG, el sistema y la mecánica de juego de Ganbarion son ampliamente mejorables, con carencias evidentes, especialmente en los compases iniciales del juego, punto crítico para enganchar al jugador y que puede propiciar abandonos prematuros de una historia que mejora y se vuelve más compleja y profunda según avanza, para culminar, si todavía no hemos llegado al hastío, en un desenlace interesante.