El fiscal Javier Zaragoza intentó hoy en varias ocasiones, durante el interrogatorio al exmayor de los Mossos d’Esquadra Josep Lluís Trapero, saltarse la prohibición del presidente del tribunal, Manuel Marchena, de preguntar sobre las reuniones previas al 1-O con la Generalitat, puesto que este asunto no había sido abordado previamente por la acusación popular, ejercida por Vox, quien ha propuesto la testifical. A pesar de ello, el fiscal propició la respuesta de Trapero sobre sus reuniones con el expresident Carles Puigdemont, pero fue interrumpido por Marchena.
El interrogatorio de Trapero por parte de la Fiscalía estuvo marcado por la prohibición del tribunal de hacer preguntas sobre las reuniones previas al 1-O con la Generalitat. Como explicó Marchena, tras el receso para deliberar sobre la admisibilidad de estas preguntas, la sala decidió por unanimidad, en base al artículo 708 de la Ley de Enjuiciamiento Criminal, no admitir cuestiones sobre asuntos que no hubiera abordado Vox, puesto que “desborda los límites de la testifical planteada por la acusación popular”.
De esta manera la Fiscalía se quedó sin poder hacer preguntas sobre todas las reuniones previas al 1-O. Esta situación condicionó todo el interrogatorio del fiscal Zaragoza al exmayor de los Mossos, puesto que en varias ocasiones fue interrumpido por Marchena para impedir las preguntas.
El fiscal Zaragoza preguntó por las posibles reacciones del “independentismo revolucionario” y de una “posible escalada de violencia” durante la jornada del 1-O. “El informe dice lo que dice, no hay duda”, dijo, pero, agregó, “no pienso que iba tanto por los días previos, sino por la actuación policial en cumplimiento del mandato judicial”.
“¿Podría haber choques?”, insistió Zaragoza. “Durante aquellos días tuve conocimiento de que con carácter general parecía, en base a la información de la Comisaría de Información, que había un tipo de resistencia pasiva a las actuaciones policiales, e indicaron que había algunas zonas en las que esa resistencia pasiva podía ir más allá de la resistencia pasiva”. “¿Eran los CDR?”, cuestionó el fiscal, a lo que Trapero aseguró que él no era especialista es ese tema y, por tanto, “no me corresponde a mí”.
Ante esto, Zaragoza recordó que en uno de los informes de la Guardia Civil “se habla de prácticas combativas por los CDR”, de modo que el exmayor de los Mossos aseveró: “Eso es lo que vale entonces”. En el informe, agregó, “se expone, lo recuerdo con carácter general, que si eso sigue para adelante es que íbamos a encontrar alrededor de dos millones de personas con la intención de hacer algo y alrededor de 15.000 policías con la intención de dar cumplimiento al mandato judicial, y eso iba a provocar problemas de orden público”.
“¿Quién estaba en la reunión en la que se habló esto?”, preguntó el fiscal. “Puigdemont”, contestó Trapero, pero fue interrumpido por la protesta de la defensa, como había sucedido antes del receso, ya que el tribunal no puede admitir preguntas sobre las reuniones previas al 1-O, puesto que la acusación popular no lo había hecho. Por este motivo, a pesar de la “habilidad” de la Fiscalía, como comentó Marchena, para obtener respuestas sobre este tema, no podía preguntar nada. Una vez más el presidente de la sala interrumpiría a Zaragoza para recordarle las líneas rojas del interrogatorio, ante lo que el fiscal mostró estar en desacuerdo con la situación y comentó que “el interrogatorio de la acusación popular tenía que haber sido más extenso”.
Minutos después, cuando Trapero estaba siendo interrogado sobre los llamamientos públicos por parte de entidades sociales y dirigentes públicos para “ocupar los centros”, el exmayor de los Mossos afirmó que es una situación “evidente”, porque se hicieron a través de los medios de comunicación. En concreto, sobre las declaraciones del día 27 de septiembre del conseller Joaquim Forn en relación a que los Mossos garantizarían la celebración del referéndum, Trapero relató que hubo dos declaraciones, una de Forn y otra de Turull, que “fueron objeto de crítica, censura e incomodidad por nuestra parte”, y así se lo hicieron saber, agregó, “en esa reunión de la que no estamos hablando”, comentó con ironía en relación a la circunstancia que protagonizó el interrogatorio.
Antes de finalizar Zaragoza su turno, fue interrumpido por Marchena de nuevo para impedir que realizara preguntas sobre la Junta de Seguridad del 28 de septiembre. En aquel encuentro, como han explicado otros testigos, Puigdemont convocó a la cúpula de mandos policiales para tratar el dispositivo de seguridad del 1-O. Sin embargo, sobre esta reunión tampoco pudo contestar Trapero, por los límites del interrogatorio derivados de las preguntas inicialmente planteadas por Vox.