La extracción de recursos materiales (biomasa, combustibles fósiles y minerales no metálicos) de la Tierra se ha más que triplicado desde 1970 porque ha pasado de 27.000 millones de toneladas entonces a 92.000 millones de toneladas en 2017.
Así se recoge en el informe ‘Perspectiva de los Recursos Mundiales 2019’, preparado por el Panel Internacional de Recursos de ONU Medio Ambiente y presentado este martes en la IV Asamblea de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente, que se celebra hasta el próximo viernes en Nairobi (Kenia) con el fin de impulsar economías más sostenibles.
El Panel Internacional de Recursos, formado por científicos especializados en temas de gestión de recursos, subraya que el rápido aumento de la extracción de materiales es el principal culpable del cambio climático y de la pérdida de biodiversidad, un problema que sólo empeorará salvo que el mundo emprenda urgentemente una reforma sistémica del uso de los recursos.
El informe examina las tendencias de los recursos naturales y sus patrones de consumo desde la década de 1970 para apoyar a los responsables políticos en la toma de decisiones estratégicas y la transición hacia una economía sostenible.
En las últimas cinco décadas, la población se duplicó y el PIB se cuadriplicó. En el mismo periodo, la extracción mundial anual de materiales aumentó de 27.000 millones de toneladas a 92.000 millones de toneladas hasta 2017. El volumen de materiales extraídos se duplicará de nuevo en 2060 si continúan las tendencias actuales, según el informe.
«La extracción y el procesamiento de materiales, combustibles y alimentos son causantes de aproximadamente la mitad de las emisiones globales totales de gases de efecto invernadero y más de 90% de la pérdida de biodiversidad y el estrés hídrico», indica la investigación, que recalca que en 2010 un 11% de las especies había desaparecido por cambios en el uso de la tierra.
«‘Perspectiva de los Recursos Mundiales’ muestra que estamos aprovechando los recursos finitos de este planeta como si no hubiera un mañana. En este camino, estamos causando el cambio climático y la pérdida de biodiversidad», dijo Joyce Msuya, directora ejecutiva interina de ONU Medio Ambiente, quien añadió: «Francamente, no habrá mañana para muchas personas a menos que nos detengamos».
Desde el año 2000, el crecimiento en las tasas de extracción se ha acelerado a un ritmo del 3,2% anual, impulsado en gran medida por grandes inversiones en infraestructura y mayores niveles de vida materiales en países en desarrollo y en transición, especialmente en Asia. En 2017, los países más ricos todavía necesitaban movilizar de otras partes del mundo 9,8 toneladas de materiales por persona, lo que también impulsa la tendencia al alza.
Más específicamente, el uso de minerales metálicos aumentó un 2,7% anual y sus impactos asociados en la salud humana y el cambio climático se duplicaron entre 2000 y 2015. El uso de combustibles fósiles pasó de 6.000 millones de toneladas en 1970 a 15.000 millones de toneladas en 2017 y el uso de biomasa creció de 9.000 millones de toneladas a 24.000 millones de toneladas, principalmente para alimentos, materias primas y energía.
PROYECCIÓN HACIA 2060
Por otro lado, el informe hace una proyección hasta el año 2060 en función de las tendencias históricas. Así, entre 2015 y 2060 se espera que el uso de los recursos naturales crezca un 110%, lo que conllevará a una reducción de los bosques de más de un 10% y una disminución de otros hábitats, como los pastizales, de un 20%. Las implicaciones para el cambio climático serían graves, ya que habría un aumento de las emisiones de gases de efecto invernadero de un 43%.
El informe sostiene que la eficiencia de recursos es esencial, aunque no suficiente por sí sola. «Lo que se necesita es pasar de los flujos lineales a los circulares a través de una combinación de ciclos de vida útil prolongados, diseño y estandarización inteligentes de productos, y la reutilización, el reciclaje y la refabricación», indica.
Si se ponen en marcha las medidas recomendadas, se podría acelerar el crecimiento económico y superar los costes iniciales de la transición hacia modelos económicos compatibles con los esfuerzos para mantener el calentamiento global en 1,5ºC en este siglo, según el estudio.
“El modelo llevado a cabo por el Panel Internacional de Recursos muestra que, con la eficiencia de recursos adecuada y las políticas de consumo y producción sostenibles implementadas, para 2060 el crecimiento en el uso global de recursos puede disminuir un 25%, el producto interno bruto podría crecer un 8% -especialmente en las naciones de ingresos medios y bajos- y las emisiones de gases de efecto invernadero podrían reducirse un 90% en comparación con las proyecciones que dan continuidad a las tendencias históricas», escriben en el prefacio del informe Izabella Teixeira y Janez Potocnik, copresidente del Panel.