Enrique Mary, trabajador de la empresa Artyplan, aseguró este martes en el juicio del `procés´ que el diseñador Enric Vidal le encargó, en nombre de Òmnium Cultural, la impresión de carteles y dípticos publicitarios de 1-O con el logo de la Generalitat, que sería la entidad pagadora de los 17.250 euros que costaba el encargo.
Vidal, también llamado a declarar este martes, aseguró que actuó de simple intermediario entre “un tal Toni” que le entregó un USB con la instrucción de que redimensionara los carteles y encargara su impresión a tres empresas diferentes, sin especificar el precio de sus servicios ni la identidad del pagador.
Según explicó Mary, aceptó el trabajo sin pedir más garantías porque tenía el aval de Òmnium, que “es cliente desde 2004″. “El trabajo estaba relacionado con el referéndum”, aseguró. “Me llamó Aitor Sempere, de Òmnium, para un presupuesto urgente. Eran carteles, dípticos… No recuerdo si me dijo que era el anuncio de las vías del tren. Tampoco me dijo quién debía facturar ese trabajo. Normalmente cuando Òmnium encargaba, facturaba la propia asociación o partidos políticos».
Lo que sí le dijo Vidal, según ha declarado a preguntas de la Fiscalía, es que «había mucha prisa por tener el material impreso». También le explicó que el encargo se había dividido entre tres empresas: Artyplan, Global Solutions y Marc Martí, porque de ese modo “había menos posibilidades de que lo incautara la Guardia Civil”, lo que finalmente ocurrió.
Tanto la Fiscalía como la Abogacía del Estado intentan demostrar que la Generalitat gastó dinero público en la organización del 1-O y que, por tanto, hubo un delito de malversación. Según el trabajador de Artyplan, Enric Vidal le dijo “que la factura debía hacerla a la Generalitat y que pagaría la Generalitat” un presupuesto total de “17.250 euros».
«Para este encargo”, relató, “solo me relacioné con Enric Vidal. Él venía referenciado por Òmnium, que es un cliente histórico nuestro. No hacía falta más”. Fue él quien “me aprobó el presupuesto y me habló de la Generalitat».
Sólo unos minutos antes, Vidal explicó al tribunal que pese a hacer de intermediario con las empresas de impresión, no les pidió una cantidad concreta de copias, ni tampoco les solicitó presupuesto del trabajo, ni les indicó quien iba a ser el pagador. Lo único que hizo es repartir la impresión entre las tres empresas a partes iguales.