Un niño de 11 años disparó a su padre, policía de profesión, después de que el progenitor le quitara sus videojuegos como castigo, informó ‘The New York Post’.
Los hechos sucedieron en el condado de Granger, en el estado de Indiana (Estados Unidos). El menor utilizó el arma reglamentaria de su padre, que cogió del coche patrulla, y disparó con ella contra las nalgas del policía.
La víctima fue trasladada a un hospital donde se recupera de sus heridas.
Por su parte, la Fiscalía presentará cargos contra el niño.