El exjefe de la Comisaría General de Información de los Mossos d´Esquadra Manel Castellví aseguró hoy en el juicio por el 1-O que se celebra en el Tribunal Supremo que salió “frustrado” de la reunión que mantuvo la cúpula del cuerpo de policía autonómica con el Govern en el Palau de la Generalitat el día 28 de septiembre, en el curso de la cual se avisó al expresident Carles Puigdemont de la “escalada de violencia”.
En una declaración dubitativa, el comisario aseguró que “personalmente” salió “frustrado de la reunión, porque si aumentaba la escalada de violencia en los centros de votación, podría haber conflicto”. Sin embargo, poco antes había asegurado que no estuvo presente en ese encuentro.
«Nosotros estábamos preocupados por personas del grupo que definíamos como independentistas revolucionarios. Sufríamos por si se infiltraban en los colegios» y avisaron “a Puigdemont de la escalada de violencia», explicó. En esa reunión, a la que también asistieron el vicepresidente Oriol Junqueras y el entonces conseller de Interior Joaquim Forn, “nosotros dejamos claro que acataríamos el auto del TSJ por el cual se prohibía el referéndum. Y ahí finalizó la reunión», respondió a la Fiscalía.
Explicó, intentando precisar muy bien el sentido de sus palabras, que en esa reunión se trasladó a los responsables de la Generalitat que el referéndum no se podía celebrar. Salió de allí con la impresión de que el Govern tenía la intención de tirar adelante pese a todo, aunque puntualizó que Junqueras “casi no habló” y dijo comprender a los jefes policiales, y Forn tampoco, porque conocía su posición de antemano, insinuando así que la decisión final la tomó Puigdemont en primera persona.
A la vista de lo que acabó ocurriendo el 1-O, el comisario Castellví consideró que el dispositivo fue “insuficiente” y que los Mossos d´Esquadra “quizá hemos fracasado” al no ser capaces de prever el alcance de la escalada de violencia. “El dispositivo de los tres cuerpos fue insuficiente, desde mi punto de vista, pero no soy el comisario de Planificación», aseguró.
Los primeros avisos los dieron el día 26, cuando trasladaron al Gobierno de la Generalitat su “preocupación”. Es en ese momento cuando “informo de que había una gran movilización, de que habría llamadas para ir a los colegios, de que sería una participación muy cuantiosa. Y del hecho de que, aunque se está llamando a las personas para que se comporten de manera pacífica y sin ninguna violencia, este hecho no quita que, cuando la fuerza vaya a actuar, esa actitud pasiva de esos grupos se pueda transformar en activa».
Previamente había asegurado que los Mossos preveían “una llamada que siempre hemos considerado pacífica, de resistencia pasiva, de concentración en los colegios de personas transversales, heterogéneas, pero con un clima de no violencia. Ese es el panorama que compartimos».
Sólo cuando el fiscal Zaragoza le preguntó si ratificaba el informe que firmó el 28 de septiembre matizó sus declaraciones relativas a una posible escalada de violencia el día del referéndum.