El Juzgado de Instrucción número 9 de Málaga ha rechazado las pruebas presentadas por el abogado del dueño de la finca de Totalán donde está el pozo en el que murió el pequeño Julen.
La semana pasada, la defensa de David Serrano presentaba un informe con el que trataba de demostrar que el niño podría haber muerto, no por la caída, sino por las labores de rescate. Por ello solicita la apertura de nuevas diligencias.
El documento presentado apuntaba a que Julen podría haber perecido por culpa de los impactos que se produjeron sobre su cabeza por las herramientas que emplearon los efectivos de rescate para eliminar el tapón de arena formado a los 73 metros de profundidad que hizo imposible acceder a su cuerpo durante los primeros días.
La magistrada considera que «no se consideran pertinentes en este estado del procedimiento a los fines de la investigación».