Las autoridades de la provincia argentina de Tucumán han obligado a practicar una césarea a una niña de 11 años de edad, que había sido violada por la pareja de su abuela, y que había solicitado que se le practicara un aborto.Tras el escándalo, la Corte Local ha emitido un comunicado en el que asegura que no pidió «salvar las dos vidas».
Según ha informado ‘Clarín’, la cesárea se practicó después de medianoche, cuando lograron encontrar a dos profesionales dispuestos a llevar a cabo la intervención, porque ninguno de los médicos del hospital quería contravenir la petición de la niña.
Es más, mientras el gobierno provincial aseguraba que se interrumpiría el embarazo, el gobierno envío un comunicado oficial en el que se anunciaba lo contrario: «el Sistema Provincial de Salud de la Provincia de Tucuman (SIPROSA), notificó esta noche a la directora del Hospital «Eva Perón», Dra Elizabeth Avila, que proceda a dar cumplimiento al oficio emitido en el día de la fecha por la jueza civil en Familia y Sucesiones de la Va Nominación, Dra Valeria Judith Brand, el cual consigna que «en atención a la innecesariedad de judicialización” y en función de lo peticionado por la niña y su progenitora y -según el oficio- 2 conforme (a la) doctrina pacíficamente aceptada emanada del fallo FAL», se continúen los procedimientos necesarios en procura de salvar las dos vidas.
En medio de la polémica, la abogada tucumana de Católicas por el Derecho a Decidir y Mujeres x Mujeres, Soledad Deza , ha denunciado que «ha sido obligada a parir. Además de ser víctima de violación e intentar suicidarse dos veces, su salud corría peligro». Y ha criticado que su defensa no haya hecho nada por defender la voluntad de la niña. Según sus declaraciones adjuntadas al informe clínico, la pequeña expresó rotundamente su deseo de abortar. «Quiero que me saquen esto que me puso adentro el viejo».
Por su parte, el Secretario de Salud, Gustavo Vigliocco, ha manifestado que la niña quería continuar con su embarazo y aseguró que tuvieron en cuenta los riesgos «pero ella es grande de contextura, tiene más de 50 kilos».
Finalmente la cesárea se practicó en la semana 24 y pese a que la ley del país permite el aborto en casos de violación. La niña se recupera de la intervención, mientras que la vida del bebé de 600 gramos de peso corre peligro.