La exvicepresidenta del Gobierno Soraya Sáenz de Santamaría aseguró este miércoles ante el Tribunal Supremo que el Gobierno de Mariano Rajoy nunca negoció nada relacionado con la celebración de un referéndum independentista en sus reuniones con la Generalitat de Cataluña. «Sobre el referéndum no había ninguna posibilidad de diálogo. No había nada a negociar», aseveró.
Preguntada por el abogado de Vox Javier Ortega Smith, la que fuera ‘número dos’ del Gobierno de Mariano Rajoy explicó que se reunió tres veces con el entonces vicepresident del Govern, Oriol Junqueras, pero que jamás quiso abordar ningún tema relacionado con el referéndum del 1 de octubre.
«Yo no traté del 1 de octubre con nadie de la Generalitat. Me reuní en tres ocasiones con Junqueras. En el punto del referéndum nunca quise entrar. Era un tema que no era del Gobierno, sino de la soberanía del pueblo español. Del referéndum no tenía nada que hablar, no corresponde a ningún gobierno, sino que corresponden al pueblo soberano y sobre ese punto ni nos íbamos a entender ni íbamos a negociar», explicó.
Sáenz de Santamaría explicó que se reunió con Junqueras en abril y julio de 2016 y en enero de 2017. En algunos de esos encuentros se habló de la “dramática” situación financiera de Cataluña y solo en la última de las reuniones, el exvicepresidente catalán solicitó hablar en exclusiva del referédum, orillando otros 45 asuntos que estaban en agenda.
La exvicepresidenta trató de demostrar que el Gobierno fue firme ante el proceso en Cataluña y «nunca accedimos a una consulta» sobre la independencia. También a instancias de Ortega Smith, la exvicepresidenta habló sobre la llamada `Operación Cataluña´ que suponía que el Gobierno central tenía una sede en esa comunidad.
«Cualquier miembro del Gobierno puede celebrar reuniones en cualquier parte del territorio nacional, y Cataluña lo es. Nunca me reuní con ningún miembro de la Generalitat en la sede de la Delegación del Gobierno. Ahí mantuve distintas reuniones con miembros del PSC, Cs, PP, miembros de la sociedad civil (…) Era importante reunirse por la gran fractura social. Fue un despacho muy útil cuando ocurrieron los atentados de agosto de 2017, para atender a cónsules, embajadores, comerciantes que habían colaborado… Sí pude hacer algo, reforzar la presencia del Estado en Cataluña y el Gobierno es Estado también en Cataluña», explicó.