Una extraña petición en la plataforma ‘change.org’ firmada por un particular, Ian Hammond, propone la venta de uno de los 50 estados que configuran el mapa estadounidense a Canadá para «eliminar la deuda nacional».
El acuerdo se cerraría en un billón de dólares y el estado que pasaría a formar parte del país del trébol rojo sería Montana, en palabras del Hammond, un estado «inútil».
«Simplemente digámosle (a los canadienses) que tiene castores o algo», sugiere Hammond como estrategia para convencer al país vecino que limita con Montana en tres territorios: Columbia Británica; Alberta y Saskatchewan.
La idea que en un principio parecía descabellada va tomando forma a ambos lados de la frontera y ya acumula 16.000 firmas de apoyo.
Por el momento, el Comité de Administración de la Cámara de Representantes del estado de Montana sometió la idea a votación y obtuvo un resultado de 5 votos a favor por 15 en contra.
Estados Unidos ha adherido grandes territorios a sus fronteras a lo largo de la historia. Su primera compra fue la del estado de Luisiana a Francia en 1803 por 15 millones de dólares y en 1867 compraron Alaska a los rusos por 7,2 millones de dólares.