El presidente de Òmnium Cultural, Jordi Cuixart, aseguró este martes, durante la séptima sesión del juicio del `procés´, que ”después de 500 días de cárcel” su “prioridad” ya no es salir de prisión, sino “la absolución y la resolución del conflicto político entre Cataluña y España”.
Cuixart renegó de las declaraciones que hizo ante el juez instructor Pablo Llarena porque cuando las realizó estaba mediatizado por su deseo de evitar la prisión preventiva. “Mis declaraciones ante el juez instructor estaban vinculadas a una voluntad de salir de la prisión al precio que fuera. Y esta ya no es mi prioridad. Yo soy un preso político», indicó.
El acusado insistió de manera apasionada en que, «después de 500 días de cárcel», su «prioridad» ya no es salir de prisión, sino denunciar la “vulneración de derechos y libertades en Cataluña y en el Estado español», y explicó que su «declaración fue condicionada al impacto emocional de estar en prisión, que fue muy grande”. Sin embargo, en el momento actual, dijo, “mi prioridad es la absolución y la resolución del conflicto político entre Cataluña y España”.
Interrogado por el fiscal Jaime Moreno sobre los sucesos del 20 de septiembre ante la Consellería de Economía, el acusado dijo que ese día «se producen unos hechos que son un punto de inflexión en Cataluña. Ese día “se generó de manera espontánea» una protesta que concentró a miles de personas.
Tras insistir en varias ocasiones en que es “un preso político, no un político preso”, pidió al tribunal “ubicar bien el 20 de septiembre”, porque si no “no vamos a entender nada”. A su juicio, “se produjo un punto de inflexión» por la detención de altos cargos de la Generalitat, los cientos de registros en instituciones, la imputación de cientos de alcaldes y el intento de registro sin orden judicial en la sede de la CUP, lo que hizo sentir a los catalanes que su autogobierno y sus instituciones estaban en peligro.
Así justificó la espontaneidad de una protesta “que asumimos por responsabilidad». La concentración se generó de manera espontánea, uno de los principales canales de difusión fue el diario ‘El Mundo’, que publicó la noticia» y propició que la gente comenzara a concentrarse delante de Economía durante el registro judicial. “Cuando llegamos, al ver que se estaba concentrando una cantidad muy importante de personas, por un ejercicio de responsabilidad, asumimos la convocatoria», dijo.
Reiteró en cualquier caso que la protesta se realizó «sin violencia, pero con mucha determinación», y «en ningún caso» hubo violencia el 20 de septiembre de 2017. Agregó que tanto él como Jordi Sànchez se convirtieron a partir de ese momento “en referentes en Cataluña», puesto que hasta entonces “éramos prácticamente unos desconocidos”.
“TSUNAMI DEMOCRÁTICO”
Jordi Cuixart fue reconvenido en varias ocasiones por el presidente del tribunal, Manuel Marchena, que le pidió en que omitiera interjecciones malsonantes al expresarse. En el inicio de su declaración, el acusado se definió ideológicamente y respondió a las preguntas sobre sus comunicaciones en las que pedía un “tsunami democrático”: “No sé dónde ven punible recriminarme que quiera hacer un tsunami democrático […] Cuando pedimos más democracia la pedimos también para todo el Estado español».
En el inicio de la sesión de hoy, que comenzó media hora antes de lo que viene siendo habitual, no estuvieron presentes los abogados de Vox, que llegaron tarde a la sesión y no podrán entrar en la sala hasta después de la pausa matinal. También llegó tarde la exconsellera Meritxell Borràs.
La Fiscalía mostró un correo electrónico a Jordi Cuixart dirigido a Oleguer Serra y Marcel Mauri del 14 de agosto de 2017. El presidente de Òmnium Cultural ejerció de traductor y tuvo que ponerse en pie para acercarse a la pantalla y ver mejor el documento. En ese correo, el acusado hace referencia a la necesidad de apostar por una campaña más potente a favor de la independencia, de darle un nuevo enfoque y más presupuesto, que Cuixart asume.
Sobre el documento ‘Enfocat’, aseguró que “nunca antes de empezar esta causa había visto este documento», que solo lo había visto una vez, “cuando mi equipo jurídico me lo enseñó”, y afirmó que “no es para nada (un texto) de referencia».
El líder de Òmnium explicó que su organización «apoyaba el proceso de independencia de Cataluña” porque es una entidad «eminentemente independentista», aunque está centrada en «el derecho a la autodeterminación». Relató que en marzo de 2015, ante la imposibilidad de realizar un referéndum, se tomó la decisión “excepcional” de adoptar una hoja de ruta unitaria que definió como una «declaración de intenciones» para «convertir las elecciones del 27 de septiembre en unas elecciones de carácter plebiscitario». En cualquier caso, insistió en su seguridad de “que aquí no se está juzgando mi espíritu republicano”.