La convocatoria de elecciones generales anticipadas para el próximo 28 de abril hará que la campaña electoral coincida con la Semana Santa, de tal manera que las procesiones compartirán espacio por las calles de toda España con las banderolas electorales que cuelgan de las farolas en tiempo electoral.
Una situación a la que los ciudadanos no están acostumbrados y que muchos no podrían ver con buenos ojos, especialmente los más religiosos. Por ello PP y PSOE ya se encuentran en conversaciones para intentar alcanzar un acuerdo que se extendería a otras formaciones políticas en las próximas semanas.
Los equipos que preparan la campaña electoral de ambas formaciones pretenden que se «respete» las jornada del Jueves y Viernes Santo. Proponen que no se celebren mítines, y que la campaña se traslade a otro tipo de actos menos «agresivos».
Tras la Semana Santa todavía quedaría otra semana de campaña electoral lo que sería espacio suficiente, comentan, para poner toda la carne en el asador.
Desde la Ejecutiva del PSOE aseguran que el Comité Electoral todavía está trabajando en la estrategia que seguirán en la campaña, pero son conscientes de que sería una «marcianada» celebrar mítines los días principales de la Semana Santa, comentan a Servimedia.
En el Partido Popular tienen la misma idea, y confían en poder llegar a un acuerdo con el resto de formaciones para rebajar la intensidad de la campaña electoral durante, al menos, Jueves y Viernes Santo. Esos días, proponen, los candidatos podrían acudir a procesiones y más tarde ofrecer ruedas de prensa.