El recibo de la electricidad de un consumidor medio en España ha alcanzado los 35,73 euros en lo que va de febrero, lo que supone una caída del 5,9% con respecto al mismo periodo del mes de enero, cuando costó 37,97 euros.
Según el simulador de la factura de la electricidad de la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC), con respecto al año pasado el recibo baja levemente, un 0,3%, puesto que en las dos primeras semanas de febrero -hasta el día 16- alcanzó los 35,84 euros.
De esta manera, en términos mensuales el recibo acentúa su descenso en febrero, tras haber bajado un 0,5% en enero. Anteriormente, en diciembre subió levemente después de las caídas de octubre y noviembre, que rompieron con las fuertes subidas experimentadas desde mayo.
De hecho, el cambio de tendencia de octubre se produjo gracias a que el Ministerio de Transición Ecológica decidió durante ese mes suspender durante seis meses la aplicación del impuesto del 7% a la generación eléctrica, medida que también convalidó el Congreso de los Diputados y que supone una rebaja de alrededor del 4% en la factura.
En cuanto a la evolución del coste de la electricidad con respecto al año pasado, en lo que va de febrero el precio se mantiene en niveles similares tras la subida del 5,7% experimentada en enero tras bajar en diciembre, mes que rompió con los incrementos registrados desde mayo.
Dicha evolución del precio de la luz se corresponde con la factura de un consumidor medio con una potencia contratada de 4,4 kilovatios (kW) y una demanda anual de 3.900 kilovatios hora (kWh).
Estas oscilaciones en el precio de la electricidad se producen básicamente por las variaciones en el coste de producción, que se incrementa cuando hay poca aportación de fuentes de generación renovable como el agua y el viento y mucha de fuentes fósiles más caras, especialmente el gas o el carbón. También se ven afectados por otros factores como el precio del petróleo o el coste de compensación de las emisiones de CO2.