La Unión Europea ha colocado a España como el tercer país comunitario con menos niños y niñas con acceso al dentista, según reflejan los datos de la Oficina Estadística Europea (Eurostat), que cifra en un 5,8% los hogares con menores que no ven satisfechas sus necesidades bucodentales.
España está a la altura de Rumanía en lo que se refiere al acceso de sus niños y niñas a salud dental, según se desprende de los últimos datos facilitados por la UE. Le siguen Portugal y Letonia, donde el 6% y el 7,3% de sus niños, respectivamente, no pueden ir al dentista para revisarse la boca y contar con un tratamiento en caso de necesidad.
Entre aquellos hogares españoles que no llegan al 60% de la media de ingresos, son el 17,2% las unidades familiares que no pueden llevar a sus menores al dentista, de forma que España se colocaría como el segundo país de la UE en hogares humildes que no pueden permitirse un dentista para los menores.
Las más afectadas son las familias monoparentales -generalmente monomarentales- con ingresos inferiores al 60% de la media, colectivo entre el que las necesidades en materia de salud bucodental llega al 20%, con la segunda cifra más alta de la Unión Europea detrás de Grecia.
Según datos del Instituto Nacional de Estadística (INE), las altas rentas van al dentista el doble que las bajas. Y es que más del 60% de los españoles con mayores ingresos acude al menos una vez al dentista cada año, mientras que aquellos que tienen rentas más bajas sólo lo hacen en un 35,3%.
Ir o no al dentista se ha convertido en un indicador de pobreza, según refleja la Encuesta de Condiciones de Vida en el ámbito de la Salud. A la vista de los datos, uno de cada 10 menores de 16 años de familias con bajos ingresos no pudo ir al dentista en algún momento que lo precisaba.
Pese a que la renta no influye a la hora de visitar al médico de familia o al especialista, las citas con los odontólogos muestran una clara diferencia entre las unidades de consumo con ingresos iguales o superiores a los 23.236,8 euros y las que ingresan menos de 16.666,6 euros, colectivo que no visita al dentista en más del 60% de los casos.
Según la Federación de Asociaciones en Defensa de la Sanidad Pública (Fadsp), ir al dentista infantil en la sanidad pública en una región como la de Madrid conlleva una espera media de 63,61 días, unos tiempos que en el caso de las clínicas dentales privadas se acortan notablemente.