¡Felicidades!
Una británica celebró su cumpleaños número 100 de una manera muy peculiar.
Doll Jenkins, una tatarabuela, recibió la visita de dos stripers en su residencia de Colchester, Essex (Reino Unido) el día que cumplió 100 años. Durante la celebración también se sirvieron panecillos, sandwiches, té y vino, tal y como informa ‘Mirror‘.
Según los trabajadores del centro, la mujer se mostró encantada con la sorpresa y, aunque al principio estaba un poco nerviosa, pronto «azotó una de las nalgas» y comenzó a hacer bromas picantes.
«Su rostro se iluminó cuando entraron, estaba radiante.Todos nos sentamos en el salón esperándolos y cuando entraron ella se sorprendió un poco. Les dijo que se fueran y se pusieran algo de ropa, pero pronto salió de su caparazón y coqueteó. Golpeó sus traseros», dijo Leigha Jones, una de las trabajadoras del centro.
Jenkins tiene seis nietos, diez biznietos y cuatro tataranietos y lleva en la residencia un año. «Su corazón es joven, se esfuerza por andar cuando tiene fuerzas y bromea y ríe habitualmente», continuó con sus declaraciones la trabajadora.