El presidente del Gobierno y secretario general del PSOE, Pedro Sánchez, aprovechará el rol de «víctima» que le han propiciado las formaciones de derechas de Partido Popular, Ciudadano y Vox uniéndose contra su persona y su gestión y, al tiempo, la de los partidos independentistas al rechazar sus cuentas.
Sánchez ha postergado hasta el viernes, después del Consejo de Ministros, la comunicación del devenir de la legislatura, después del rechazo a las cuentas publicas. Fuentes gubernamentales justificaban este plazo de 48 horas para que cale la doble foto brindada por la situación política. «Se asiente» la situación y llegue el mensaje a la ciudadanía, indicaban.
Por un lado, que pese a las críticas y aseveraciones de muchos, «no han cedido a los independentistas» como prueba que ERC y PDECat defendieron hasta el final sus enmiendas a la totalidad y de ahí que no haya Presupuestos. Y, por otro, que la derecha parlamentaria de PP y CS están votando «lo mismo» que los independentistas y manteniendo la misma postura, es decir, son capaces de «aliarse» con los que acusan de «querer romper España» con tal de sacar a Sánchez del Ejecutivo. Sumado a la ‘foto’ de las tres derechas por fin juntas en la manifestación de Colón
Fuentes próximas a Sánchez reconocen que les han brindado el «relato» para presentarse ante los ciudadanos en una campaña electoral, ante las más que probable previsión de que el presidente convoque el viernes elecciones generales. Así, sostienen a Servimedia, ya tienen ese rol de «víctima» que sabe defender Sánchez y que ya potenció durante las primarias internas del PSOE, cuando se enfrentó a Susana Díaz y a todo el aparato y los históricos del PSOE.
En este escenario, dentro de la «hoja de ruta» que aseguran en su equipo que mantiene Sánchez, el próximo martes 19 el líder del PSOE presenta su libro ‘Manual de resistencia’, en un momento elegido de forma premeditada.
El presidente siempre ha tenido marcado el debate sobre las enmiendas a la totalidad como el trance que marcaría el futuro su legislatura. Así, fuentes gubernamentales indicaban ya en diciembre que para el Gobierno era «importante» presentar los Presupuestos, pero «más aún salvar» el debate de las enmiendas a la totalidad para «evitar la imagen» de que el Congreso devuelve el proyecto.
Algo así podría abocar a Sánchez a convocar elecciones generales, pero por si acaso en La Moncloa tenían y tienen ya preparado como argumento que «son los demás los que no les dejan implantar las medidas sociales» anunciadas, lo cual usarían también como mensaje electoral. Pero seguían con la estrategia de «partido a partido», a la espera de ver el transcurrir de los acontecimientos.
El PSOE está desde principios de año en clave «electoral», no tanto por la cita ya prevista del 26 de mayo con elecciones municipales, autonómicas y europeas, sino porque en ellas se examina «la papeleta» de Sánchez, esté o no sobre la mesa. De hecho, el presidente está desarrollando una intensa agenda con actos casi todos los sábados y domingos de 2019 para palpar el ambiente en los territorios y movilizar las estructuras. Este sábado se prepara un acto en Sevilla y el domingo en Mérida.