Gonzalo Montoya, el preso cuya muerte fue confirmada por error en la cárcel de Asturias el 7 de enero, ha solicitado a la Secretaría General de Instituciones Penitenciarias una indemnización de 50.000 euros.
El recluso fue dado por muerto, según su abogado Luis Tuero Fernández, por no realizar correctamente los trámites, ya que un electrocardiograma o una monitorización de la función cardíaca habrían descartado inmediatamente su fallecimiento. Según señala el texto de la reclamación, Montoya fue encontrado en su celda inmóvil, inconsciente, con muy baja temperatura corporal y sin señales de respiración.
Gonzalo Montoya, el resucitado: «Me da miedo cerrar los ojos»
Ahora pide 50.000 euros al Estadohttps://t.co/GpTJb5QeAd vía @elmundoes— Crónica El Mundo (@Cronica_ElMundo) 14 de febrero de 2019
Ante esta situación, los médicos de la penitenciaría examinaron «superficialmente» al recluso y se le declaró muerto. El fallecimiento fue notificado al Juzgado de Instrucción número 1 de Oviedo y el cuerpo se trasladó al Instituto de Medicina Legal de Asturias para la autopsia.
Cuando iba a ser colocado sobre la mesa, los trabajadores escucharon ronquidos y gruñidos, así que abrieron la bolsa y encontraron al preso consciente, nervioso y con dificultades para respirar, por lo que fue enviado al hospital.
Ahora, Gonzalo Montoya reclama un total de 50.000 euros por daños morales y perjuicios físicos y psíquicos para él y su familia.