La dirección nacional del Partido Popular consideró este martes que es “muy probable” que las fuerzas independentistas cambien de parecer y en última instancia retiren las enmiendas a la totalidad para facilitar que se siga tramitando el proyecto de Presupuestos Generales del Estado (PGE) de 2019.
Así lo deslizaron desde la cúpula del partido de Pablo Casado en pleno debate de los vetos a los PGE elaborados por el Gobierno socialista, que también han defendido el PDECat y ERC desde la tribuna del Congreso de los Diputados al considerar que el diálogo político no se está encauzando.
Diferentes voces próximas a Casado lanzaron en pleno debate presupuestario el mensaje de que los independentistas están en “un juego” que puede implicar recular y retirar en el último momento, antes de la votación que se producirá mañana, sus enmiendas a la totalidad. Así, los PGE se seguirán debatiendo y se dará “aire” al gabinete de Pedro Sánchez.
Las citadas fuentes señalaron que este escenario es “muy probable” y atribuyeron las posiciones iniciales a la estrategia de las formaciones secesionistas para “mantener la tensión” ante el inicio del juicio del Tribunal Supremo contra doce dirigentes independentistas por el 1-O.
Así, desde Génova pusieron en duda que el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, realmente esté pensando en convocar elecciones próximamente, aunque recalcaron que “están preparados” para afrontarlas en el caso de que llame a las urnas si no saca los PGE.
En este punto, según las fuentes consultadas por Servimedia, hay división de opiniones en la bancada popular sobre el momento en el que se producirían los comicios. El ‘superdomingo’, piensan algunos, sería complicado por el rechazo de los barones socialistas.
Otros dirigentes populares piensan que hay que mirar a más largo plazo y, con o sin PGE, la legislatura podría seguir hasta septiembre u octubre. No obstante, en otros diputados ha calado la idea de que el 28 de abril podría ser el escenario más beneficioso para Sánchez.
El PP ya ha hecho su propio análisis sobre el momento que más le favorece, aunque guarda con celo su estrategia para “no ayudar al adversario”. La campaña electoral perpetua está instalada y “la maquinaria engrasada” para responder a la llamada de Sánchez, trasladan.
Tampoco se descarta por completo impulsar una moción de censura, a pesar de que “no da la suma” en este momento. No hay que renunciar a ello porque es un mecanismo “de presión” al Ejecutivo en un momento en el que está “en apuros”, dicen las fuentes consultadas.