Dos visitantes que acudieron al Palacio de Cristal del Retiro (Madrid) a una exposición sobre el artista iraní Nairy Baghramian, destrozaron de manera accidental dos de sus obras. Diez días después otra persona se sentó sobre una obra de cristal del mismo autor que acabó hecha pedazos.
“La artista nos pidió que lo recogiéramos con urgencia. No quería que se vieran los cristales rotos”, asegura el jefe de restauración del Museo Reina Sofía, Jorge García, a ‘El País‘.
«Las obras están hechas de un material muy delicado. Tuvimos que manipularlas con cuidado extremo. No me extrañaría que le hubiera pasado más veces”,añadió.
El Museo Reina Sofía no había asegurado las obras y será el Estado quien asuma el costo de las mismas que asciende a 13.700 euros.