La vicepresidenta del Gobierno, Carmen Calvo, redujo este miércoles a un trabajo «de organización» de carácter meramente práctico el papel del relator en la mesa de partidos sobre Cataluña, rechazando expresamente que pueda ser considerado una especie de «mediador» o de «observador».
En rueda de prensa en La Moncloa, Calvo precisó que se trata de un marco más amplio y «menos constreñido» que la Comisión Bilateral entre el Gobierno y la Generalitat, para incluir a más actores políticos y en la que empezar a hablar de la «salida política» que se puede dar a la situación de Cataluña.
La Comisión Bilateral, explicó, está institucionalizada y su funcionamiento está reglado, pero en el caso de esa mesa de partidos hace falta alguien que convoque las reuniones, que facilite el diálogo, que recabe el resultado de las reuniones, algo puramente «de carácter práctico». «No hay más», aseguró. No es un observador internacional ni nadie que venga a mediar en una situación de lo que no sean capaces los partidos políticos», precisó.
Puntualizó, además, que no habrá remuneración para ese relator porque se trata de una persona que «por amor al arte» esté dispuesta a «echar una mano» a los partidos políticos de esa mesa para ordenar los trabajos.
Preguntada por las críticas del presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page, aseguró que no se llegó a tiempo de que el dirigente socialista tuviera la información correcta, porque no se trata de una nueva figura en la Comisión Bilateral. Se trató, sentenció, de «una información no exacta para declaraciones que no concuerdan para nada con la realidad en la que nosotros nos movemos».