Unicef recordó este miércoles, Día Internacional de Tolerancia Cero con la Mutilación Genital Femenina, que hay 200 millones de niñas y mujeres que han sufrido la mutilación de sus genitales, «uno de los actos más inhumanos de violencia de género que se cometen en el mundo».
En este sentido, Plan Internacional alertó de que 15 millones de adolescentes están en riesgo de ser mutiladas en los próximos 10 años, una práctica que todavía se lleva a cabo en 30 países de África, Asia y Oriente Medio.
Por ello, invitó a los gobiernos a tomar medidas encaminadas a eliminar la mutilación genital femenina de aquí al año 2030 y reiteró su compromiso de poner fin «a esta violación de los derechos humanos» porque «vulnera el derecho de las mujeres a la salud sexual y reproductiva» y a su integridad física. «Se trata, asimismo, de una violación de la ética médica. La mutilación genital femenina siempre acarrea riesgos, independientemente de quién la lleve a cabo o de la limpieza del espacio donde se practique», destacó Unicef.
Emotional harm.
Health problems.
A violation of human rights.Female genital mutilation CAN and MUST be stopped for every single girl around the world. #endFGM pic.twitter.com/uhA3FVAmd3
— UNICEF (@UNICEF) 6 de febrero de 2019
«Para poner fin a la mutilación genital femenina debemos combatir las causas fundamentales de la desigualdad de género y trabajar en aras del empoderamiento social y económico de las mujeres», agregó.
«Gracias a la acción colectiva de los gobiernos, la sociedad civil, las comunidades y las personas, la mutilación genital femenina está en declive. Pero no nos conformamos con reducir el número de casos, insistimos en erradicarla», concluyó Unicef.
Por su parte, Plan Internacional informó que ha puesto en marcha los ‘Clubs de Chicas contra la Mutilación Genital’, para que ellas lideren el diálogo intergeneracional y el cambio de normas sociales en sus comunidades.
La mutilación genital femenina no está considerada como obligatoria por ninguna religión y no entiende de clases sociales o de niveles educativos. Las razones profundas de esta práctica, que se considera un rito de paso a la edad adulta o un requisito para el matrimonio, se asientan en estereotipos y roles de género muy marcados y se basan en la voluntad de privar a las niñas y mujeres de su derecho a disfrutar de su propio cuerpo y su sexualidad. Hoy en día, se trata de un problema global. En España, según datos de 2016, unas 18.400 niñas menores de 14 años están en riesgo de sufrir mutilación genital femenina.