Un perro, que permanecía encerrado en el coche de su dueño mientras este realizaba unas compras en una tienda, hizo sonar varias veces con su pezuña el claxon del vehículo para apresurar al hombre en sus recados.
El hombre dejó a su mascota con las ventanas bajadas para que no se quedara sin oxígeno mientras realizaba unas compara en una licorería de West Palm Beach, Florida (Estados Unidos), pero el animal se impacientó y apretó el pito varias veces.