Los padre de Julen, el niño de dos años y medio encontrado muerto este sábado en un pozo de la localidad malagueña de Totalán, no es la única desgracia que afrontan.
La tragedia vuelve a sobrevolar a una familia golpeada en el pasado por el fallecimiento de otro de sus hijos. Oliver, hermano de Julen, murió en 2017. Entonces la causa del fallecimiento fue un infarto.
Oliver iba por la calle y se desplomó. A pesar de recibir atención médica, veintiún días después le dio un ataque al corazón y falleció al instante.