Un grupo de científicos de la Universidad de Oxford y Edimburgo han logrado recrear en el interior de un laboratorio cómo se formó la famosa ola asesina de Draupner en el Mar del Norte en 1995.
La ola Draupner fue una de las primeras olas ‘anormales’ que se registraron en el océano, llegó a medir 25 metros en su punto más alto y fue analizada por la plataforma petrolífera que lleva su mismo nombre.
Las olas ‘anormales’ aparecen sin previo aviso y son mucho más grandes que las circundantes, por lo que han causado grandes catástrofes marítimas. Por esta razón, los especialistas se han propuesto estudiar cómo se forman.
La investigación, liderada por el Doctor Mark McAllister y el profesor Ton van den Bremer de la Universidad de Oxford, en colaboración con el Doctor Sam Draycott de la Universidad de Edimburgo, se llevó a cabo en las instalaciones de la Universidad escocesa. Los especialistas lograron con éxito la reconstrucción creando una ola utilizando dos grupos de ondas más pequeños y variando el ángulo de cruce, el ángulo al que viajan los dos grupos, tal y como indica el estudio.
“La medición de la ola de Draupner en 1995 fue una observación seminal que inició muchos años de investigación sobre la física de las olas monstruosas y cambió su posición del mero folclore a un fenómeno creíble del mundo real. Al recrear la ola de Draupner en el laboratorio, nos hemos acercado un paso más a la comprensión de los mecanismos potenciales de este fenómeno”, declaró Mark McAllister, del Departamento de Ciencias de la Ingeniería de la Universidad de Oxford.
Los científicos se percataron de que solo era posible reproducir la ola anormal cuando el ángulo de cruce entre los dos grupos era de aproximadamente 120 grados. Cuando las olas no se cruzan, la ruptura de las olas limita la altura que puede alcanzar una ola.
“Esta observación de laboratorio no solo arroja luz sobre cómo pudo haber ocurrido la famosa ola de Draupner, sino que también resalta la naturaleza y el significado de la ruptura de olas en las condiciones del mar”, explicó por su parte van den Bremer.
Los especialistas esperan que el estudio ayude a predecir cuando se forman estas peligrosas ondas marinas en el océano, potencialmente peligrosas.