250 pasajeros de un vuelo de la United Airlines se vieron obligados a permanecer encerrados durante 14 horas en la cabina de la aeronave a temperaturas extremas después de haber realizado un aterrizaje de emergencia en Canadá.
Una serie de catástrofes llevaron a los pasajeros de un Boeing 777-200 a sobrevivir dentro de la cabina del avión el sábado por la noche tras haber aterrizado de manera forzosa en el aeropuerto militar de Goose Bay, en Newfoundland (Canadá), después de que un pasajero sufriera una convulsión cuando atravesaban Groenlandia.
Sin embrago, la emergencia médica solo fue la punta del iceberg. Cuando el pasajero pudo ser atendido y el avión se dispuso a reemprender la marcha, el despegue tuvo que ser abortado porque una de las puertas del aparato se había atascado y no podía cerrarse, tal y como informó la aerolínea en un comunicado.
Las temperaturas en el exterior rondaban los -31º y los vientos soplaban a casi 50 kilómetros por hora. El tiempo transcurría y mientras los operarios trabajaban en las reparaciones, el avión comenzaba a congelarse.
Por otro lado, las autoridades aeroportuarias impidieron el desembarque de la tripulación por tratarse de una base militar de la Real Fuerza Aérea Canadiense y no disponer de ningún oficial de aduanas de guardia, explicó la compañía en el mismo comunicado.
La tensión se acrecentó en el interior de la cabina y se produjo algún forcejeo entre el pasaje, informó por su parte el ‘New York Post‘.
El domingo por la mañana, el personal de la base llevó café y donuts a la tripulación y los pasajeros fueron rescatados por otro aparato fletado desde Newark que los llevó de vuelta al origen del vuelo.
Newark passengers spend hours frozen on sub-zero tarmac https://t.co/j1byXFZ65z pic.twitter.com/66rBhoo5Jq
— New York Post (@nypost) 21 de enero de 2019