La noticia se conoció a principios de semana: China se había convertido en el primer país del mundo en hacer brotar una semilla de algodón en la Luna, un hecho que no tenía precedentes.
Sin embargo, poco ha durado la felicidad. Según ha informado la televisión estatal CGTN, la planta no ha conseguido superar su primera noche lunar, un momento donde las temperaturas llegan a descender hasta los 170 grados centígrados bajo cero.
La operación había sido llevada a cabo por la sonda Chang’e 4, la primera en alunizar en la cara oculta del satélite. Según un equipo de científicos de la Universidad de Chongqing (sureste de China), este hallazgo suponía el primer «miniexperimento» de biosfera realizado con éxito en el satélite.
Según se ha sabido, la muerte del brote ya se había anticipado, hasta tal punto que tanto la planta, como las semillas, se descompondrán gradualmente en el recipiente totalmente cerrado y no afectarán el ambiente lunar.