El Consejo de Ministros aprobará este viernes los dos proyectos de ley que desarrollan los impuestos a las transacciones financieras y a las grandes empresas digitales, dos tributos de nuevo cuño que para entrar en vigor requieren ser aprobados de forma independiente a los Presupuestos Generales del Estado, cuyo proyecto para 2019 comenzó el pasado lunes su tramitación parlamentaria.
Los dos proyectos, que tras ser aprobados por el Consejo deberán ser tramitados en el Congreso de los Diputados y el Senado, desarrollan los dos tributos de nuevo cuño que el Gobierno quiere instaurar en 2019 y que figuran en el acuerdo presupuestario cerrado el pasado mes de octubre con Unidos Podemos, así como en el proyecto de Presupuestos de 2019.
Se trata del impuesto a las transacciones financieras y el de las grandes empresas digitales, dos tributos sobre los que los países miembro de la UE llevan tiempo negociando y que, a falta de alcanzar un acuerdo definitivo a nivel comunitario, ya han sido puestos en marcha en algunos países por su cuenta. De hecho, el anterior Gobierno del Partido Popular, con Cristóbal Montoro como ministro de Hacienda, ya tenía en su agenda crear estas dos nuevas figuras impositivas.
TRANSACCIONES FINANCIERAS
En el caso del impuesto a las transacciones financieras la intención del Gobierno es gravar con un 0,2% las operaciones de compra de acciones españolas ejecutadas por operadores del sector financiero.
El proyecto de Presupuestos de 2019 aprobado por el Consejo de Ministros la semana pasada y remitido el lunes al Congreso de los Diputados prevé una recaudación de 850 millones de euros con este impuesto, que irá destinada íntegramente a financiar a la Seguridad Social.
En concreto, se someterán a tributación al 0,2% las acciones emitidas en España de empresas cotizadas cuya capitalización bursátil sea superior a 1.000 millones de euros, mientras que no se gravará la compra de acciones de pymes y empresas no cotizadas.
En octubre, cuando el Consejo de Ministros comenzó a trabajar en este proyecto normativo, la ministra de Hacienda, María Jesús Montero, indicó que este impuesto no se aplicará a la salida a bolsa de las empresas, sino que recaerá en los intermediarios financieros que operan en el mercado secundario. También se indicó que quedarían fuera de este impuesto la deuda, tanto la pública como la privada, y los productos derivados.
GRANDES DIGITALES
Por otro lado, el nuevo impuesto a las grandes empresas tecnológicas, conocido como ‘tasa Google’, gravará con un tipo del 3% a las empresas con ingresos anuales de 750 millones de euros a nivel mundial y que tengan ingresos superiores a tres millones de euros en España.
Los servicios a los que se aplicará este impuesto serán los de publicidad en línea, servicios de intermediación en línea y la venta de datos generados a partir de información proporcionada por el usuario.
En cuanto a este tributo, la estimación de recaudación detallada en el proyecto presupuestario prevé unos ingresos de 1.200 millones de euros.