La portavoz del PP en el Parlamento andaluz, Carmen Crespo, agradeció este miércoles a Ciudadanos y a Vox haber puesto los intereses de los andaluces por encima de los de sus respectivos partidos apoyando la investidura de Juan Manuel Moreno como presidente de la Junta, que se consumará previsiblemente esta tarde.
En su intervención en el debate, Crespo reiteró el empeño manifestado ayer por Moreno por el “entendimiento y el consenso” para que el Parlamento “no sea foro de frentes estériles”, y presentó al líder del PP andaluz como “antítesis de los demás presidentes” autonómicos, en el sentido de que “no va a tener la tentación de patrimonializar Andalucía” ni va a estar “encerrado en San Telmo”.
A la que todavía lo es en funciones, Susana Díaz, le recriminó “qué catadura política puede tener” cuando, tras haber sido presidenta de todos los andaluces, ahora “instiga a manifestarse contra la decisión democrática tomada por ellos”, y abundó que “es muy legítimo hacer manifestaciones, pero no preventivas”. Poco después, la criticó también sus “políticas fracasadas enrocadas en la soberbia” y queque “anteponía sus intereses personales y sus deseos de Madrid a los intereses colectivos”.
Todo lo contrario que han hecho, tal y como lo expuso, Ciudadanos y Vox, los partidos que han pactado la investidura de Moreno. A ambos les agradeció su “generosidad” y que “han estado a la altura de las circunstancias, poniendo los intereses generales por encima de los de su partido”. “Andalucía se lo reconocerá, sin duda”, vaticinó.
Crespo quiso distinguir este pacto del que permitió sacar adelante la moción de censura que invistió como presidente del Gobierno español a Pedro Sánchez subrayando que el andaluz no tiene “nada de ocultismos, como otros”, y en que “cualquier andaluz preferiría mil veces pactar con los representantes de Ortega Lara (militante de Vox) que con los representantes de (el dirigente de Bildu Arnaldo) Otegi”.
«CINISMO»
“Déjense de cinismo político”, espetó a los socialistas, acusándoles de concebir sólo como estabilidad la que ellos gobiernen. “Dejen de ver la paja en el ojo ajeno y vean la viga en el suyo”.
En cuanto a las críticas a que el pacto haya sido tutelado desde Madrid, se limitó a declarar con orgullo que el PP es un partido nacional, pero prometió que el nuevo Gobierno defenderá ante el estatal defender su financiación frente a la pretensión de éste de limitar competencias fiscales autonómicas.
En clave más regional, la portavoz popular pidió a los trabajadores de la Junta “que no tengan ningún miedo”, pero precisó que se refería a los de la Administración, porque con la “red clientelar” de los gobiernos del PSOE el nuevo Gobierno la va a “racionalizar y a hacerla más eficaz”. En este sentido, prometió que la mejor carta de presentación será el currículum, no el carné de partido.
Crespo prometió, en línea con su programa electoral, más libertad en la Sanidad y la educación, una bajada de impuestos para elevar el 1,9% que recibe Andalucía del total de inversiones extranjeras y para que los ciudadanos tengan dinero en sus bolsillos, y no utilizar el litigio de la Mezquita de Córdoba para ir contra la Iglesia.
En clave nacional, Crespo anunció que “Andalucía va a ser dique de contención de las pretensiones independentistas, porque eso va en contra de nuestra tierra”, y volvió a acordarse del líder abertzale al pedir a los socialistas que “condenen aquí y ahora la foto de la indignidad de (la secretaria general del PSE, Idoia) Mendía brindando con Arnaldo Otegi”.
