El Gobierno empeora la tasa de paro para 2019 en dos décimas, hasta el 14%, y rebaja el PIB al 2,2%

El Gobierno ha empeorado en dos décimas su previsión para la tasa de paro correspondiente a 2019, hasta situarla en el 14%, frente al 13,8% de su previsión anterior, y ha rebajado en una décima el crecimiento del PIB, hasta el 2,2%.

Así consta en la actualización del cuadro macroeconómico que aprobó este viernes el Consejo de Ministros que acompaña al proyecto de ley de los Presupuestos Generales del Estado (PGE) de 2019, presentado por Gobierno en la rueda de prensa posterior.

De esta manera, el Ejecutivo mantiene invariable en el 15,5% la tasa de paro de 2018 y prevé una estimación del 14% para 2019, dos décimas superior con respecto a lo indicado en el Plan Presupuestario que se remitió a Bruselas el pasado mes de octubre. Sin embargo, reiteró que se crearán los 800.000 puestos de trabajo entre 2018 y 2019 que había previsto con anterioridad.

En cuanto a la evolución del crecimiento económico, el Gobierno mantiene que la economía española habrá crecido en 2018 un 2,6%, pero rebaja en dos décimas su estimación para 2019, desde el 2,3% al 2,2%.

La ministra de Economía y Empresa, Nadia Calviño, destacó que “estamos creciendo a buen ritmo” y que la economía española “sigue en una senda de crecimiento sólido”. No obstante, consideró que la revisión de las previsiones macroeconómicas responden “al hecho de que los Presupuestos se han ajustado en línea con el objetivo de déficit del 1,3%” para este año, cinco décimas menos que el objetivo que propuso el Gobierno del 1,8% y que rechazó el Senado.

Calviño sostuvo que sin dicho ajuste fiscal el objetivo de expansión sería superior a tenor de la favorable evolución que viene mostrando la economía, gracias al empuje del consumo por factores como la caída del precio del petróleo o la mayor renta disponible de las familias. Bajo ese escenario, el Gobierno retoca a la baja varios de los parámetros incluidos en el cálculo del comportamiento de la economía como es el consumo y la exportación.

SE DESACELERA EL CONSUMO Y EL NEGOCIO EXTERIOR

El ministerio de Calviño espera que el consumo privado aporte en 2019 un valor equivalente al 1,7% del PIB y el consumo público del 1,4%, inferiores ambos al 1,9 y 17% que estimó el pasado 15 de octubre cuando el Consejo de Ministro aprobó el plan presupuestario original para remitirlo a Bruselas.

El mayor impacto lo sufrirá, sin embargo, la actividad internacional. Conforme al nuevo cuadro macroeconómico la contribuición de las exportaciones será del 2,8% del PIB el próximo año, frente al 3,4% estimado inicialmente, y baja del 3,4% al 3,1% la aportación de las importaciones, de forma que el saldo exterior será del -0,1% frente al equilibrio del 0,0% augurado meses atrás.

La drástica rebaja se explica en que también ha revisado a la baja las proyecciones correspondientes a 2018, donde el saldo exterior ya no será del -0,1% del PIB sino del -0,3% (empeora la previsión en las exportaciones desde el 3,2% del PIB al 2,4, y en las importaciones al 3,5% desde el 4% calculado en octubre).

En el Ministerio de Economía explicaron que la proyección inicial se efectuó sobre la evolución que arrojaban las estadísticas elaboradas por el Instituto Nacional de Estadística (INE) correspondientes al primer semestre y que luego revisaría el propio organismo de forma dramática, y al enfriamiento que ha constatado de la actividad en el tercer trimestre después del elaborar sus previsiones en octubre.

En cualquier caso, la ministra de Economía defendió que el proyecto de Presupuestos viene a “dar claridad, certidumbre y reforzar la confianza de los mercados financieros” e incorpora un “esfuerzo muy importante en el ámbito de las políticas sociales”.

Preguntada sobre la posibilidad de que los Presupuestos no salgan adelante en la tramitación parlamentaria y su influencia en el déficit público, Calviño señaló que, “si se arrastran los compromisos de gastos que ya existen y no se producen los crecimientos, cabe esperar un déficit público superior”.

Subrayó que el compromiso del Ejecutivo es con la “disciplina fiscal” y que “no es deseable desde el punto de vista económico” que no se aprueben las nuevas cuentas públicas.