Margarita Espallardo, vecina de Cartagena (Murcia) permanece en coma desde hace 10 años, por los daños cerebrales que sufrió durante una intervención quirúrgica que se llevó a cabo, tras aceptar un cambio de hospital para esquivar las listas de espera.
Según ‘El País’, una sentencia judicial responsabiliza ahora de lo ocurrido a los anestesistas del Hospital Molina de Segura (centro de titularidad pública y gestión privada), porque a su entender ignoraron el aviso del informe preoperatorio, que indicaba que Espallardo ya había sufrido problemas con la intubación en una cirugía anterior». Las complicaciones la dejaron 15 minutos sin oxígeno, que provocaron daños cerebrales y su entrada en estado vegetativo.
El fallo fija además una indemnización para la familia de «1,62 millones de euros (entre principal e intereses) tras el apoyo jurídico recibido de la Asociación de Víctimas de Negligencias Médicas (Avinesa) con el abogado Rafael Martín Bueno».
Margarita tenía 42 años de edad, en el momento de la operación de nódulos en la tiroides, estaba casada y tenía dos hijos.