Cerca de 2,6 millones de personas han huido ya de la violencia y la pobreza en Venezuela, en lo que para la ONG World Vision supone «la mayor crisis humanitaria del hemisferio» occidental.
Según Joao Diniz, líder Regional de World Vision en Latinoamérica, «la crisis aumentará en número e intensidad en 2019, ya que miles de personas están abandonando Venezuela para buscar seguridad y mejorar sus oportunidades en medio del empeoramiento agudo de las condiciones sociales, económicas y políticas».
La ONG ha lanzado un programa de respuesta multinacional e integral llamado ‘Esperanza sin fronteras’ con el fin de proteger a más de 35.000 personas vulnerables, especialmente niños, centrado en la prevención de la trata, la explotación laboral y sexual y la xenofobia en Brasil, Colombia, Ecuador y Perú, principales países de acogida.
Hasta la fecha, el proyecto ‘Esperanza sin fronteras’ ha apoyado a 71.000 personas, dando prioridad a las miles de familias que llegan a los países de acogida enfermos, hambrientos y sin medios de subsistencia.
Esta respuesta de emergencia incluye reparto de alimentos, agua, kits de higiene, vacunación, espacios para la lactancia materna, espacios de refugio temporal y entrega de dinero efectivo para que las familias puedan cubrir sus necesidades básicas.
El programa presta especial atención a la protección de los niños y a facilitar su inclusión en las comunidades de acogida.