El Gobierno espera que los Presupuestos Generales del Estado (PGE) para 2019, cuyo proyecto de ley se aprobará el próximo viernes en Consejo de Ministros, queden aprobados definitivamente en el Parlamento en unos tres meses, una vez se inicie su tramitación parlamentaria y se consigan los apoyos necesarios en el Congreso de los Diputados, según señalaron a Servimedia fuentes del Ministerio de Hacienda.
Según anunció el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, en una entrevista con Efe, el próximo Consejo de Ministros aprobará el proyecto de ley y el PSOE intentará negociar las cuentas públicas con todas las fuerzas parlamentarias, tanto con los grupos de las formaciones independentistas catalanas como con PP y Ciudadanos.
Tras la aprobación del proyecto presupuestario en el Consejo de Ministros, lo habitual es que la semana siguiente el proyecto sea remitido al Congreso de los Diputados, indicaron las fuentes del Ministerio de Hacienda consultadas, que también recordaron que lo habitual es que la tramitación de los Presupuestos se desarrolle en unos tres meses.
En este sentido, aunque la organización del calendario para la tramitación presupuestaria depende de la Mesa del Congreso, donde PP y Ciudadanos suman mayoría absoluta, los Presupuestos gozan de prioridad sobre el resto de la actividad parlamentaria. Por ello, desde el Gobierno ya habían anunciado previamente que solicitarían la habilitación del mes de enero para iniciar la tramitación, a pesar de ser un mes en el que no suele haber actividad plenaria.
En esta ocasión, en caso de que las cuentas públicas reúnan una mayoría parlamentaria en el Congreso, a continuación irían al Senado, donde el PP tiene mayoría absoluta y, por tanto, capacidad para echar atrás los Presupuestos, que, sin embargo, regresarían a la Cámara Baja para poder ser aprobados de forma definitiva.
RETRASO
Como ya ocurriese con el Gobierno de Mariano Rajoy y los Presupuestos de 2018, la tramitación de las cuentas públicas de este año llega con retraso respecto a lo establecido por la Constitución, que en su artículo 134 establece que deben presentarse al Congreso de los Diputados antes del fin de septiembre del año anterior. En ambas ocasiones el retraso se ha debido a la falta de apoyos suficientes para asegurar la aprobación de los PGE, ya que el rechazo de los mismos podría ser considerado como un signo de debilidad del Ejecutivo y precipitar la convocatoria de elecciones.
Hasta el momento el Gobierno sólo cuenta con el apoyo de los diputados socialistas y los de Unidos Podemos, después de que el pasado mes de octubre Pedro Sánchez y el líder de la formación morada, Pablo Iglesias, firmaran un acuerdo que debería ser la base sobre la que negociar con el resto de formaciones. Sin embargo, en las últimas semanas representantes de Unidos Podemos han asegurado que no apoyarán los Presupuestos si el Gobierno no limita el precio de los alquileres.
Por otra parte, para aprobar los PGE el Ejecutivo espera sumar también el apoyo de PNV, ERC, PDECat y Compromís, lo que supondría reeditar la mayoría parlamentaria que en junio otorgó la Presidencia del Gobierno a Pedro Sánchez en la moción de censura a Mariano Rajoy.
Para ello, el primer escollo en la tramitación será el debate y votación de las enmiendas a la totalidad, donde el Gobierno espera que ni ERC ni PDECat presenten su propia enmienda ni apoyen las que puedan presentar otras formaciones, como PP y Ciudadanos, para así poder ganar tiempo para, al mismo tiempo que avance la tramitación, poder negociar con ambas formaciones la inclusión de medidas o partidas de su gusto a cambio de su apoyo definitivo.
(SERVIMEDIA)