En 2018, hasta el mes de octubre, se expulsó a 3.596 migrantes desde los Centros de Internamiento de Extranjeros (CIE), un 38,95% más que en el mismo periodo de 2017, según los datos de la Dirección General de la Policía obtenidos por Servimedia a través de la Ley de Transparencia.
Las 3.596 personas expulsadas a sus países de origen desde los CIE en 2018, solo hasta el mes de octubre -últimos datos de los que dispone el Ministerio de Interior-, superan con creces los datos de expulsados desde estos centros en los años anteriores. En todo 2017 se expulsó a 3.483 migrantes desde los CIE, frente a 2.871 en 2016, 2.205 en 2015 y 3.286 en 2014.
Los CIE son instituciones que según la ley no tienen carácter penitenciario. A pesar de que se encierre a los migrantes en estos lugares, no son cárceles. Las personas retenidas en los CIE lo están por no tener papeles, algo que no supone un delito en España. El objetivo de internarlos en estos centros es devolverlos a su país de origen. Por ello, cuando no se puede documentar de dónde son o no se les consigue expulsar en un plazo de dos meses, vuelven a ser puestos en libertad, aunque su situación en el país siga siendo irregular.
En 2018 cuatro de cada 10 migrantes deportados por la Dirección General de la Policía se encontraban anteriormente en un CIE. Las personas expulsadas desde los centros de internamiento representan el 38,48% del total de migrantes devueltos o expulsados por el Ministerio del Interior.
TOTAL DE EXPULSIONES
De todos modos, no solo las expulsiones desde los CIE son las que han aumentado. El total de expulsiones y devoluciones de personas de otros países aumentó un 15,84% en 2018 respecto al mismo periodo de 2017. En 2018, hasta el mes de octubre, el Estado español expulsó o devolvió a 9.345 personas.
Las deportaciones de 2018, además, suponen por primera vez un repunte en los últimos cinco años, después de que se hubiera estabilizado una tendencia de descenso en el número de expulsiones y devoluciones de migrantes.
En 2018 se deportó a 9.029 migrantes, mientras que en el mismo periodo en los tres años anteriores solo se hizo lo propio con 7.671, 8.067 y 9.345 personas, respectivamente.
Erick Santos, abogado experto en extranjería, explicó que no ha habido cambios sustanciales en la política de expulsión de migrantes. “Además, la Policía no tiene más personal ni más recursos, pero sí se ha mostrado más efeciente en cuanto a las expulsiones”, aseguró.
El abogado recordó que “el aumento de expulsiones también se debe a las ejecuciones de sentencias anteriores”. “Además, la Policía cada vez coge más vuelos enteros para expulsar a personas de un país concreto y los llena, en lugar de ir enviándolos de forma individual en vuelos normales, que era menos efectivo y menos rápido”, añadió.