Fue con la última campanada de final de año cuando el pequeño Thiago Leonel Guamán Bustos, de 3 años de edad, comenzó a atragantarse con una uva que resultó mortal. La tragedia tuvo lugar en Gijón (Asturias) ante la atónita mirada de su familia que no podía creer lo que estaba pasando.
Su madre, Viviana Bustos, le había preparado una copa con tres o cuatro uvas sin pepitas porque «estaba acostumbrado a comerlas, al igual que otro tipo de fruta, trozos grandes de manzana o plátano». Es por eso que no encuentra explicación a lo sucedido «¿Por qué una uva ha acabado con su vida? Es todo tan duro (…), la mitad de mi vida se me ha ido», con estas palabras cuenta la pesadilla que está atravesando y que no pudieron evitar pese a que intentaron todo lo que se les ocurrió «le metí los dedos en la boca y mi hermano, Carlos, le dio golpes en el pecho», después, salieron a la calle a pedir ayuda, porque la ambulancia iba a tardar en llegar, y una vecina le practicó los primeros auxilios.
Finalmente, según informa ‘El Comercio’, la policía llevó en un coche patrulla a la madre con el niño al hospital de Jove, pero «en el trayecto, el pequeño ya iba sin pulso. Al llegar al centro hospitalario, el equipo que lo atendió logró extraerle la uva y, pese a los intentos por salvarle la vida duraron una hora, ya nada pudo hacer. El corazón del pequeño dejó de latir».
Thiago era un niño alegre y enamorado de Spider-man, que cursaba primero de Infantil en La Atalía. El director del centro ha señalado que están «muy afectados y apoyaremos a la familia en todo lo que podamos».
«Era muy alegre. Le encantaban las motos, Spiderman y bailar»https://t.co/3Ta1tVpuuI
— EL COMERCIO (@elcomerciodigit) 2 de enero de 2019