La Policía Nacional detuvo en la madrugada del martes después de una persecución larga, a un hombre que conducía un coche sin neumáticos por la M-30. Sobre las 6 de la mañana del martes los agentes comenzaron a seguir el coche.
Al no llevar neumáticos, las llantas hacían que de las ruedas saltaran chispas y también iba dejando marcas en el asfalto y dañandolo.
Tras la persecución, que duró varios kilómetros, el conductor fue detenido a la altura del kilómetro 12,600 de la carretera M-40. Al acercarse al hombre, los agentes detectaron el fuerte olor a alcohol que desprendía.
Finalmente el vehículo fue inmovilizado y el conductor detenido por un delito contra la seguridad vial con el agravante de que no tenía carnet e iba en estado de embriaguez.