La Guardia Civil ha encontrado sangre de Laura Luelmo esparcida en una de las paredes del domicilio de su asesino confeso Bernardo Montoya, tal y como ha desvelado Nacho Abad en ‘Espejo Público’.
A tenor de los hechos y como también aseguró en plató la abogada Beatriz de Vicente , la joven estaría aún con vida en el momento de la agresión.
El hallazgo demuestra que Montoya mintió en su declaración al asegurar que la víctima fue agredida en el interior de su vehículo.