La Audiencia Nacional juzga este jueves a Abdellatif Housini, antiguo cajero en un supermercado de la localidad madrileña de Moralzarzal, por un delito de autoadoctrinamiento terrorista de naturaleza yihadista, por el que la Fiscalía pide cuatro años de prisión, 12 de inhabilitación absoluta y tres de libertad vigilada.
Housini fue detenido por la Guardia Civil en Collado Mediano, la localidad en la que vivía sin levantar sospechas, en julio de 2017. Nacido en Ait Aissa (Marruecos) y de 32 años de edad, había empezado a frecuentar sitios de Internet en los que consumía la propaganda de Estado Islámico y la difundía.
Su actividad estaba siendo controlada desde 2016 por la Guardia Civil, que puso en marcha un programa de detección de personas en fase de radicalización que podían intentar viajar a zona de conflicto o cometer atentados en suelo europeo.
Los investigadores se incautaron en los registros realizados en su casa de dos ordenadores en los que se hallaron indicios de su relación con el grupo terrorista Daesh y con personas ya adoctrinadas tanto dentro como fuera de España. De hecho, fue decisiva en su detención la intervención de agentes especializados en terrorismo yihadista de Europol.
Según la Fiscalía, tras un proceso acelerado de adoctrinamiento y varios acontecimientos en su vida personal, Housini comenzó una “búsqueda compulsiva” de material yihadista que le convirtió “en una herramienta puesta a punto para pasar a la acción mediante la comisión de acciones violentas”.